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Edición Digital - Fundación Luis Chiozza

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226 LUIS CHIOZZA<br />

Creo que hay pacientes que si se examinan desde un punto de vista<br />

“perceptivo” están absolutamente sanos, y que, sin em bargo, se mueren<br />

de un infarto de miocardio. Con esto no quiero decir que estén en realidad<br />

físicamente sanos, quiero decir que tal vez no estamos en condiciones de<br />

percibir en ellos altera ciones “físicas”.<br />

Menos aún quiero decir que aquellos que se han muerto de un in farto<br />

de miocardio “físicamente sanos” son los que sufrían de una signifi cación<br />

patológica inconciente.<br />

Pienso, por el contrario, que la signifi cación inconciente que, a nuestro<br />

entender, es condición necesaria para que ocu rra un in farto, es independiente<br />

de nuestra capacidad para percibir una alteración física previa.<br />

De manera que podemos en contrar esa signifi cación específi ca tanto en<br />

los casos de infarto que el diagnóstico previo en contró físicamente sanos,<br />

como en aquellos otros en los que registró un trastorno físico.<br />

Cuando decimos que una determinada signifi cación inconciente es<br />

condición necesaria, pretendemos diferenciarla claramente de los llamados<br />

“factores de riesgo”. En realidad, el ciga rrillo les puede hacer mal a unos<br />

enfermos y a otros no, y no sabemos bien cuánto mal les hace, y por qué<br />

les hace mal de distinta manera a distintos en fermos.<br />

Conocemos sólo pedazos aislados de una realidad compleja. Los<br />

psicoanalistas estamos aprendiendo mucho, dentro de nuestro campo<br />

estricto, acerca de la enfermedad somática, aunque todavía sabemos muy<br />

poco. Pero lo mismo les ocurre a los clínicos; creo que también en ese<br />

campo sabemos, toda vía, muy poco, y sin em bargo algo podemos hacer.<br />

Vayamos ahora, entonces, al problema de la vesícula, que, preci samente,<br />

ejemplifi ca lo que acabo de decir. Cagli dice que cuando una persona tiene<br />

un problema en la vesícula, se le quita la vesícula y desaparece el cólico.<br />

A veces es así. Otras nos veremos obligados a decir que los có licos<br />

continúan porque el cirujano ha dejado al cístico dema siado largo. En otros<br />

casos, el enfermo adquiere el alta en el consultorio de gastroenterología sólo<br />

para in gresar en el de cardiología con una hipertensión que antes no tenía, o se<br />

em barca en un litigio que lo perjudica y que, desde un punto de vista biográfi co,<br />

se ve claramente como un susti tuto de la en fermedad vesicular abortada.<br />

Estoy de acuerdo con Panconesi en que en el caso de la piel, el dialecto<br />

de órgano no es tan pobre, y probablemente esto ocurra también con<br />

algunos otros órganos.<br />

Weizsaecker sostiene que un órgano tubular como el intestino sólo<br />

puede expresar dos “vocablos”: “dejo pasar” o “no dejo pa sar”. Pero si,<br />

como dije antes, comprendemos que esa fun ción forma parte de la clave<br />

de inervación de un afecto, la clave completa se convierte en el referente<br />

simbólico y la función gana muchísimo en representatividad.

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