Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
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OBRAS COMPLETAS TOMO V 217<br />
las características o cuali dades que, desde nuestra conciencia, le atribuimos,<br />
no tienen por qué coincidir con las de la “cosa en sí” que las origina.<br />
Esto tiene que ver con el planteo que, pocos minutos antes, hizo<br />
Green, cuando expresaba sus dudas de que la sed fuera el símbolo de la<br />
deshidratación. Nuevamente se desliza aquí el mismo malen tendido.<br />
No pienso que la sed sea el símbolo de la deshidratación, sino que la<br />
sed representa simbólicamente algo que está allí, fuera de la conciencia,<br />
como una “cosa en sí” que tam bién penetra en ella por otra vía, y adquiere<br />
entonces re presentación mediante otro símbolo, que es el concepto y la<br />
palabra “deshidratación”.<br />
El malentendido se crea porque cuando yo digo, volviendo al esquema<br />
de Green, que el derivado conciente que llamo sed es sím bolo de<br />
su fuente inconciente, se piensa en lo se gundo como si fuera concreta y<br />
verdaderamente deshi dratación, pero ahí está el equívoco.<br />
La sed no es entonces símbolo de la deshidratación, la sed es un símbolo<br />
que representa a ese existente inconciente particular que tiene dos símbolos<br />
concientes. Uno, la sed, entra por el ca mino vectorial que viene desde la fuente<br />
inconciente. El otro, la deshidratación, entra a través de la per cepción.<br />
La deshidratación es un símbolo que forma parte de la biolo gía en<br />
tanto ciencia estructurada en torno de la físico-quí mica. La sed, en cambio,<br />
como sensación, es un símbolo que forma parte de la psicología. Ambos<br />
símbolos se refi eren a una misma fuente in conciente.<br />
Pienso que Freud sostiene algo similar cuando dice, en el his torial de<br />
Isabel de R. (Freud y Breuer,1895d*), que, tal vez, la histeria y el len guaje<br />
extrai gan sus materiales de una misma fuente incon ciente.<br />
Cuando hablamos de lo psíquico pensamos que estamos hablando de<br />
representaciones. Cuando, en cambio, hablamos de lo so mático, creemos<br />
estar hablando de las cosas concretas, y es allí que nos equivocamos. Con<br />
esto retornamos al punto que preguntaba Obst feld.<br />
Cuando estamos hablando de lo somático estamos hablando también<br />
de representaciones, y esto los físicos lo tienen hoy más con ciente<br />
que nosotros los psicoanalistas cuando in sisten en que “materia” es un<br />
concepto, una representación simbólica de algo “diferente” que está allí.<br />
GREEN: –El problema de comprender si los psicoanalistas tenemos al guna<br />
clase de prioridad con respecto a la cuestión de la re lación entre lo somático y<br />
lo psíquico y qué ayuda puede, eventual mente, esperarse de los fi lósofos, surge<br />
de un modo que com porta un aspecto de derecho y un aspecto de hecho.<br />
A propósito del aspecto de derecho, no hay razones para pen sar que<br />
los psicoanalistas no deberían alimentarse de todas las fuentes posibles que<br />
puedan enriquecer sus refl exiones.