Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
174 LUIS CHIOZZA<br />
Sin embargo, durante el ejercicio cotidiano de su práctica clínica,<br />
deberá conformarse, la mayoría de las veces, con limitar su interpretación al<br />
terreno de las resignifi caciones secundarias que revisten a tales fantasías.<br />
IX. Resumen<br />
El término alemán Sprache, lo mismo que su equivalente inglés<br />
speech, condensa los signifi cados de “código” y “habla”, incluidos en el<br />
vocablo castellano “lenguaje” y en sus equivalentes francés e italiano. Con<br />
la palabra “código” aludimos a un sistema de signos que pueden, o no, ser<br />
verbales, y con el término “habla” nos referimos al acto particular mediante<br />
el cual se ejerce ese sistema.<br />
La expresión Organsprache es utilizada por Freud, por única vez,<br />
en su trabajo de 1915 acerca de lo inconciente. Allí señala que el dicho<br />
esquizofrénico deviene lenguaje de órgano porque adquiere (por obra de<br />
una sensación somática) un “sesgo hipocondríaco”.<br />
El término Organsprache alude, por lo tanto, inequívocamente, a una<br />
clase particular de Sprache, o lenguaje, aquel que se ejerce con los órganos<br />
o, también, aquel que los órganos ejercen.<br />
Los órganos pueden, entonces, como los “síntomas” histéricos (Freud,<br />
1896b*, 1918b [1914]*; Freud y Breuer, 1895d*) “intervenir en la conversación”<br />
(mitsprechen), mediante los síntomas y signos que derivan de sus alteraciones.<br />
Freud señala que la histeria restablece, para sus inervaciones más<br />
intensas, el sentido originario de la palabra, cuando vuelve a animar aquellas<br />
sensaciones somáticas a las cuales debe su justifi cación la expresión<br />
lingüística 15 , y concluye afi rmando que el síntoma histérico quizás no haya<br />
15 “Al tomar literalmente la expresión lingüística, al sentir ‘la espina en el corazón’ o<br />
la ‘bofetada’ a raíz de un apóstrofe hiriente como un episodio real, ella no incurre<br />
en abuso de ingenio (witzig), sino que vuelve a animar sensaciones a que la expresión<br />
lingüística debe su justifi cación. ¿Cómo habríamos dado en decir, respecto<br />
del afrentado, que ‘eso le clavó una espina en el corazón’ si la afrenta no fuese<br />
acompañada de hecho por una sensación precordial interpretable de ese modo y se<br />
la reconociera en ésta?, ¿y no es de todo punto verosímil que el giro ‘tragarse algo’,<br />
aplicado a un ultraje al que no se replica, se deba de hecho a las sensaciones de<br />
inervación que sobrevienen en la garganta cuando uno se deniega el decir, se impide<br />
la reacción frente al ultraje? Todas estas sensaciones e inervaciones pertenecen a<br />
la ‘expresión de las emociones’, que, como nos lo ha enseñado Darwin, consiste en<br />
operaciones en su origen provistas de sentido y acordes a un fi n; por más que hoy<br />
se encuentren en la mayoría de los casos debilitadas a punto tal que su expresión<br />
lingüística nos parezca una transferencia fi gural, es harto probable que todo eso