Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
Edición Digital - Fundación Luis Chiozza
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
OBRAS COMPLETAS TOMO V 79<br />
entre ellas, es decir que son fenómenos que no tienen lugar sólo de un<br />
lado, más allá del hecho de que la realidad entera no puede ser reducida a<br />
ninguna de estas organizaciones conceptuales.<br />
Por lo tanto, cuando hablamos de dos caras de una moneda, no hablamos<br />
de una moneda que está más allá de la conciencia, con características<br />
“cosifi cadas” de moneda de dos caras; decimos sólo que esta compleja realidad<br />
se manifi esta en la conciencia como si fuese una moneda de dos caras.<br />
Sobre el hecho de que la intencionalidad del cáncer haría pensar<br />
en una espiritualización de la materia, diré también aquí algo similar.<br />
Cuando comprendemos el signifi cado, se revela de algún modo en nuestra<br />
conciencia la idea de algún “sentido”. Algo así como la idea inevitable<br />
de que el universo entero marcha en alguna dirección. Lo que equivale<br />
a comprender este sentido como si fuese el sentido del universo entero,<br />
como si el universo entero estuviese diciendo cualquier cosa a través de<br />
una frase, una unidad de sentido dentro de un discurso completo. Sin<br />
embargo, y lo repito, el modo en el cual nuestra conciencia puede percibir<br />
al universo puede ser desde el punto de vista físico (en tal caso, el universo<br />
viene percibido como una gigantesca máquina de relojería) o desde el<br />
punto de vista psíquico (en tal caso, el universo viene percibido como si<br />
fuese una forma de lenguaje y, en este sentido, como si estuviese dotado<br />
de intencionalidad). En este último sentido, no se habla de intencionalidad<br />
en el sentido mecanicista de una intención dentro de la célula; es intención<br />
en la célula como es intención en un planeta; es decir, es intención del<br />
universo, no porque pensemos que el universo tiene un alma, aunque<br />
podríamos también decirlo así forzando mucho la cuestión y entrando casi<br />
en el platonismo.<br />
Lo que quiero decir, y lo repito una vez más, es que así como en una<br />
cierta organización de la conciencia, podemos ver el universo como un<br />
enorme acúmulo de materia y energía, lo podemos ver también en otra<br />
organización de la conciencia, de algún modo, como una idea ingeniosa.<br />
Estamos aquí en los límites de la epistemología, porque la realidad será<br />
ciertamente más compleja, pero nuestro aparato para pensar ha desarrollado<br />
estas dos posibilidades.<br />
Si nos detenemos después sobre la pregunta “¿a quién pertenece la<br />
intención del cáncer?”, volvemos otra vez a la misma cuestión. En cuanto<br />
comprendamos el signifi cado diremos: el organismo humano y el cáncer<br />
son ideas; así como un pájaro contemplado por un ingeniero es una idea de<br />
la misma clase que una locomotora.<br />
El cáncer es la idea de sustraerse a la organización del yo del nivel<br />
individual que tiene nombre y apellido y circula por la calle diciendo “éste<br />
soy yo”. Por lo tanto, este cáncer no obedece a la intención de este yo, tiene