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Aun no comprendo por qué estas criaturas me siguen a mí, -¿Qué querrán de mí?,
trato de comunicarme con ellos por medio de gestos también, pero no comprenden
y a los cinco minutos de comprender se empiezan a enfurecer, y hacen mucho ruido,
entonces prefiero poner en marcha el cronómetro y durar máximo tres minutos. Veo
en ellos una bondad tan familiar, y es ahí donde me doy cuenta que sí tienen algo
en común. Con el pasar de los días que tengo que convivir con muchos Mofuns
hay algo en ellos que brilla igual, que tiene ese mismo resplandor, y son los ojos;
los ojos de cada Mofun que miro son iguales a los del que observé anteriormente,
pero lo interesante es que esos ojos, cada vez que los observo, más familiares y
estremecedores se hacen para mí.
Anoche dormía y tuve una horrible pesadilla en la que un hombre encapuchado me
perseguía, yo solo corría, corría, las lágrimas me brotaban y no dejaban de temblar
mis piernas, sabía que ese hombre era malo y no tenía buenas intenciones, estaba a
punto de atraparme cuando de repente sentí un gran pellizco en mi mejilla izquierda,
había sido un Mofun que me había despertado de repente, se veía cansado como si
estuviera luchando y es que ellos son, como siempre lo creí; mis protectores e incluso
en mis más oscuros y temibles sueños me protegen. Ellos dicen que las pesadillas no
son solo sueños, dice que si te quedas mucho tiempo en tu pesadilla puedes quedar
atrapado e incluso no despertar jamás. Nunca lo hubiese imaginado. Cada vez que
miro a los Mofuns los siento más cansados, como si vinieran de batallas largas e
inimaginables, ellos dicen que ese hombre que yo vi en mis sueños no es del todo solo
producto de mi imaginación, se supone que él existe y quiere hacerme daño.
Los Mofuns me contaron brevemente la historia de una mujer que nació hace treinta
años y que fue muy poderosa, pero su poder era excepcional y solo ella lo poseía,
nadie podía arrebatarle ese poder. Se decía que ella también podía ver a los Mofuns
pero un día después del nacimiento de su pequeño hijo quedó atrapada en una
pesadilla… por siempre. El responsable, se sospecha que fue este mismo hombre de
la capucha que quería ambiciosamente su poder. Se rumora que sí lo obtuvo, pero
no tan poderoso como el de aquella mujer, ya que lo que se requería era tener un
corazón bondadoso y una mente pacífica y creativa y de esas virtudes no todos tenían
el triunfo de poseerlas.
Al escuchar esta historia quedé impresionada, le conté a Chiara y ella dijo que con
eso se podría hacer perfectamente una película, a lo que yo afirmé con una sonrisa
en mis rostro. Volví a caer en un profundo sueño esa noche. Lo había visto otra vez,
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