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enriquecen a la persona, sin duda alguna.
No hay dejar a un lado el hogar, pilar de nuestro desarrollo como personas y a los
que llevan el mando de esa barca sin límites de amor, cooperación, prosperidad,
responsabilidad y muchos otros valores que son el más vivo ejemplo para nosotros
con ello nos forman para ser muy buenos ciudadanos en una sociedad que donde
poco a poco se han perdido tanto y a la vez corrompido. La frase: “No hay lugar como
el hogar”, oculta muchas realidades muy verdaderas tales como este ejemplo: si una
sale del hogar por alguna razón no son ocho días cuando se esté extrañando su casita
y su familia y el calor que esta expresa, ya que una en la casa si quiere en cualquier
momento canta, baila, llora, come, ríe sin darle cuenta a nadie porque su hogar es
parte de usted.
Mi vivencia en mi casa no la cambio por nada en este mundo, porque yo vivo en
un núcleo donde mi mente, mi familia, mis metas giran continuamente en mí y me
impulsan a continuar. Las vivencias para mi criterio nos capturan y amoldan como
seres humanos, nunca son muy lindas ni muy feas pero siempre dejan una huella
por donde pasan que no se puede borrar. Yo he tenido vivencias que para mí son
muy duras y las tengo guardadas en mi corazón y en mi alma tal vez suenen tontas
y fuera de lo común pero a mí me han marcado. Son estas experiencias las que les
voy a relatar; no es fácil perder a un ser querido y yo he perdido a tantas mascotas
que son parte de mí y me ha dolido su partida, pero todo en esta vida pasa por algo
y hay que lograr comprenderlo para seguir adelante. Rubí era mi perrito que ya se
fue; para mi ya descansó y anda de vacaciones y un día no muy lejano lo volveré a
ver. A él lo atropelló un carro. Fue un accidente según entiendo. Era una tarde muy
linda despejada y a lo lejos se apreciaba el sol ocultándose entre las montañas, al rato
después mi perrito salió corriendo a la carretera y en ese momento pasó un vehículo
a alta velocidad y lo golpeó fuertemente ocasionándole la muerte instantáneamente,
gracias a Dios no sufrió mucho. Esta situación y otras han marcado mi vida pero al
final esas vivencias nos atan a seguir adelante sin distinción alguna.
La comunidad en sí es una de las que se expone a nuestras decisiones, es decir, la
sociedad amolda la cultura del mundo, de los países, de nuestra comunidad y mis
vivencias son influenciadas mutuamente por ellas. Mi forma de pensar me fortalece
para continuar viviendo alrededor de mi fuente de inspiración, mi familia, ellos al
igual que todos tienen metas, propósitos a los cuales viven para completarlos.
Todas las vivencias a las que uno se expone diariamente son muy confortables para
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