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salir de la clase y el profesor lo llamó y le dio una carta, el profesor le dijo: -Ella dejó
esto para ti. Él rápidamente lo abrió y lo que decía era lo siguiente: “Aun recuerdo
la vez que me aplaudiste por primera vez, tal vez no te traté como debía, pero tú
eras el más importante para mí, solo recuerda nunca rendirte y siempre llévame en
tu corazón, te amo David”. David pensó, levantó la cabeza y se dijo a sí mismo: -Yo
siempre te amaré y te llevaré en mi corazón, y conseguiré mi sueño Elizabeth.
Testamento de una idea que no muere
CENTRO EDUCATIVO: Liceo Mauro Fernández Acuña
DIRECCIÓN REGIONAL: San José Norte
BIBLIOTECÓLOGO: Sandra Chavarría Soto
DOCENTE: Kembly herrera Salazar
AUTOR: Jasdanny Alberto Bonilla Huertas
SECCIÓN: 11-4
ué difícil me resulta luchar con aquello que soy, cuando mi más profunda y
frívola oscuridad asesina a la luz de mi espíritu, mientras este empuña la pluma
y escribe delicadamente, sin importar cuántas puñaladas reciba de este demonio
que lucha por apoderarse de mi cuerpo y ser este la cara que ven a todos.
De muerte, de buen juicio, inteligente y compasivo, pero frívolo y macabro contra el
amor puro, como quien quiere y busca la serena, a quien tanto apuñalan por abrir sus
puertas a los señuelos de todo el mundo.
Aquellos a quienes una vez temiste, de quienes mi demonio te liberan y te cuida
desde el despertar de su memoria. Todos en el camino cagamos la obra gris de un
sueño a cuestas, y en el mío no estabas, hasta esos oscuros días.
Esos oscuros días donde entre la vida y la muerte, tanto mi demonio como mi angelical
espíritu, cayeron rendidos en amor ante ti…
Así es, hasta la parte más frívola de mí, se enamoró de ti, mientras ese ángel a quien
escondía e mi ser, lloraba contigo las alegrías que te provocaba y las tristezas en las
que te acurrucaba en su pecho, como tierra fértil, regada por lágrimas de sentimiento
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