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-Esa historia no es más que una serie de pasos de lo que no deben hacer… -Dijo Andrés
para iniciar con su experiencia, -Yo nunca la vi aquí en el cole hasta ese momento,
-Continuó el mismo chico, -Supuse que era una alumna nueva que fue trasladada
de quien sabe dónde, en seguida al verla me detuve para apreciar unos bellos ojos
negros que miraban con ternura a su alrededor, su piel morena que provocaba en mí
el deseo de acariciarla día y noche… y en general un cuerpo muy bien proporcionado,
-Dijo a modo de broma, lo primero que hice fue averiguar su nombre y algunos otros
datos necesarios con unos compas que habían caído en la dicha de estar en la misma
sección que ella.
-Su nombre llegó a ser mi favorito durante buen tiempo, -Prosiguió Andrés, -Me
dijeron que se llamaba Zahiry y que efectivamente venia de otro colegio, después de
la espera de algunos días en que buscaban esta información procedí a hacer lo que
cualquiera hubiera hecho… Dedicar el tiempo que no usaba para estudiar en ella, no
entiendo que fue lo que tenía que me atrapó al poco tiempo y su nombre no salía de
mi mente aunque ya pasaba una semana del primer encuentro y aun no conseguía
hablarle.
-Cuando la veía en los pasillos del colegio se me volvían más rápidos los latidos del
corazón y me sudaban las manos más de lo común en mí, esperaba entre lecciones
para ir a recreo y verla, no quería ciencias, español y mucho menos matemáticas,
solo quería verla a ella… estaba muy ilusionado de un amor que solo era real en mi
mente… Solo necesitaba ir a hablarle… -Dijo el chico en el momento en que notó que
todos le prestaban atención.
-Me contaron que aunque fuese bastante discreta lograron sacarle la confesión de que
no tenía novio, y por supuesto al llegar esto a mí me alentó muchísimo más… pero
no tenía el valor suficiente, si al verla nuestros caminos se cruzaban y ella se dirigía
a la izquierda yo tomaba el camino contrario y en cada paso, sin que se diera cuenta,
observaba desde lejos la belleza de su figura, si felizmente lograba topármela de
frente a mí, en una de las tantas caminatas por el cole para verla, me escondía para
que no me viese, si la descubría riendo el único deseo en mi era ser yo el causante
de su risa, pero aún no le podía hablar… no sabía cómo, mi ilusión era verla pero mi
mayor miedo era que me viera.
-Y poco a poco ese miedo fue creciendo con el pasar del tiempo en que no hallaba la
forma de que sus palabras fuesen dirigidas hacia mí, aunque no lo supiese… aunque
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