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embargo pensó en que no podía destruir la amistad entre su hijo y el hijo de su amiga.
Un día James se dirigía a la casa de John como de costumbre, ese día a John le compraron
una pelota nueva, James muy emocionado le pide la pelota a su amigo, él no se la quiso
prestar, James muy molesto se fue a su casa con el ceño fruncido, al llegar a su casa su
madre nota el comportamiento de su hijo, tienen una pequeña plática:
-Madre: James hijo, ¿Qué sucede?
-James: mami él no me quiere prestar su nueva pelota, es muy egoísta, ya no quiero vivir
cerca de él.
La madre pensó que esta era la oportunidad que tenía y le preguntó:
-¿Quisieras irte a vivir a Japón?
- Claro, lo único que quiero es irme de aquí.
Un día John despertó muy enfermo, tenía calentura, dolor de cuerpo y le dolía el corazón.
La madre muy preocupada lo lleva al hospital, donde al llegar el doctor lo hace pasar a
urgencias, pasaron dos horas hasta que por fin llega el doctor y le dice que su hijo tiene
una enfermedad poco usual, tenía que recibir donaciones de sangre y que además su
sangre era muy escasa.
Lauren le cuenta lo sucedido a su amiga Camila, la madre de James, ella muy preocupada
le cuenta que se mudará a otro país, que recibirá un aumento y que lo necesitaba mucho,
Lauren la abraza y le dice que tranquila que no desaprovechara esa oportunidad.
Por alguna razón sus caminos tomaron dos rumbos distintos y se separaron.
James no volvió a saber de John, hasta que un día, después de diez años, él iba caminando
por la calle y se encontró a Lauren, la madre de John, la saluda y le pregunta por John,
ella no lo reconocía hasta que el joven le dice su nombre.
James le pregunta por su hijo John.
En ese momento sus ojos se llenaron de lágrimas y miró a James a los ojos diciéndole:
murió ayer…
James no supo que decir, ella lo seguía observando y él le pregunto cómo había muerto,
ella lo invitó a su casa.
Al llegar a la casa le ofrece café y le pide que tome asiento, se dirige a la sala, donde
había pasado gran parte de su infancia con John.
Lauren empezó relatar:
Hace tres años le diagnosticaron una rara enfermedad y su cura era recibir una transfusión
de sangre durante tres meses, pero ¿recuerdas que su sangre era muy rara?
Sí, contesta James, su sangre era igual que la mía.
Estuvimos buscando donadores y hasta que por fin lo encontramos, era un vagabundo. Tú
amigo, como te acordarás era muy testarudo y no quiso recibir la sangre del vagabundo.
Él decía que de la única persona que recibiría sangre sería de ti, pero no quiso que te
buscáramos, él decía todas las noches: no lo busquen, estoy seguro que vendrá.
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