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consolarlo. Pablo se metió al cuarto y de ahí no salió, hasta el día siguiente, que era
cuando ya iban enterrar a Ángela.
Al día siguiente Pablo fue todo cayado al entierro y al ir a la caja en donde estaba Ángela
le dijo: no te digo adiós, te digo un hasta luego, no te preocupes, muy pronto estaré
contigo, de ahí se fue a la casa y se encerró en el cuarto.
Pasaron los días y la mamá estaba muy preocupada Pablo no salía, ni siquiera se oía
ningún ruido, entonces llamó al cerrajero, abrieron la puerta vieron que había un gran
charco de sangre y la pared estaba llena de sangre, pero decía algo: Ángela espérame, ya
voy a estar contigo. La mamá de Pablo no lo podía creer, empezó a llorar y a gritar, pero
después se acordó de su hijo que esperaba, ella estaba embarazada y solo lloraba, no
quería que su otro hijo muriera en su vientre. La mamá de Pablo, llamó a José, el papá de
Pablo y le dijo lo que había pasado y porqué había pasado, José tampoco lo podía creer,
ellos también volvieron a juntarse.
Al día siguiente en el entierro, los papás de Pablo, decidieron enterrarlo a la par de Ángela
para que permanecieran juntos, sus compañeros y compañeras les hicieron cartas y les
pusieron flores en sus tumbas, todo el grupo estaba de luto, los iban a extrañar.
No dejes que tu orgullo pueda
más que tu corazón
CENTRO EDUCATIVO: Liceo Experimental Bilingüe de Santa Cruz
DIRECCIÓN REGIONAL: Santa Cruz
BIBLIOTECÓLOGO: Graciela Arrieta Aguilar
AUTOR: Luisa Romero Flores
SECCIÓN: 10-1
os niños salían a jugar todos los días en el patio de sus casas.
John y James eran amigos desde pequeños, desde que nacieron. Sus madres Lauren
y Camila eran súper amigas, cuando dieron a luz decidieron que sus hijos tenían
que ser amigos a como lo eran ellas.
Camila la madre de James tenía problemas en su trabajo, su jefe le ofreció un acuerdo,
el acuerdo constaba que si se iba a Japón recibiría un aumento, ella lo necesitaba, sin
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