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mucho. Dentro de su mundo imaginario todo llevaba un perfecto círculo que parecía
envejecer con el tiempo. Era todo tan natural que llegó a confundir a Mabel con su
propia realidad. Como las cosas cambiaban, Mabel adoptó la manera de cambiar junto
a ellas.
En un momento le ofrecieron ayuda para salir de ahí, le ofrecieron familia, amigos y
educación a lo cual Mabel rechazaba ofertas y argumentaba siempre lo mismo: “si los
necesitara, los pediría, y si deben ser parte de mí no pueden existir. Si sola, he podido
tanto tiempo, puedo seguir ahora más. Nunca estoy sola, yo siempre estoy conmigo
y no estoy loca, solo soy diferente al estereotipo de reglas que ustedes imponen. La
sociedad a la que llaman digna no es más que un aglomerado de personas luchando
para alguien mientras que yo acá sola he podido lograr lo mismo o hasta más que sus
empleados. Mi mente ha hecho de ésta mi fortaleza y mi imperio”.
Rechazó tantas ofertas que por fin en un momento comprendieron que debían dejarla
sola. Pasaron dos años hasta que decidió quedarse sola por el resto de su vida, Mabel
enloqueció.
De noche creaba casas de paja y leña seca, de día hacia muñecos con ropa y hojas.
Su mundo ya no era suyo sino al contrario: ella era de su mundo. Cansada por tanta
soledad decidió escapar con su único amigo: una muñeca de trapo llena de cristalinas
de mariposa.
Mabel y su amiga “Watamoto” huyeron del desconocido pueblo y se aventuraron
hacia lo normal, hacia nuestro mundo. Caminaron bosques y escalaron montañas
para al final quedar frente a un interminable lago.
A cada paso que se acercaba Mabel sentía que sus antiguos habitantes también lo
hacían, empezó a sofocarse, pero todo era en su mente, solo que ya no lo reconocía.
Construyó una balsa hecha de madera seca con la cual podía flotar bien con su peso,
subió a Watamoto en ella y comenzó a flotar en el lago. Lo atravesó y después de
largas horas, cansada, una lluvia enorme cubrió todo el lugar y la niebla se encargó
de paralizar su avance, ya no se sentía capaz de salir, sin embargo, quedaba aun su
esperanza: “yo sola siempre he podido así que puedo ahora de nuevo” “esto es mi
imaginación, puedo destruirlo ahora si quiero” “no estoy sola tengo a Watamoto y a
mí misma, nadie me dañará nunca así”.
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