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su permiso lo acepte porque si otra persona no la sustituía debía hacerlo ella porque
una vez en esto no se podía salir solo quedaba orar a Dios que lo guardara donde
estará. Ya no éramos pobres como antes teníamos todos los recursos necesarios y
más, se había ido la angustia, la tristeza por la pobreza solo quedaba los nervios y
la culpabilidad porque ella sabía que no hacíamos bien menos involucrándome a mí,
algunas veces la escuchaba llorando me imagino que lamentaba el momento en que
se metió en esto. Y Richi a quien teníamos engañado con un trabajo en una casa
lujosa a veces preguntaba por qué él no podía ir con nosotros respondíamos que es
que el dueño no nos dejaba traer a nadie, él iba a una escuela a una cuadra de allí
y estaba en tercer grado, yo lo motivaba a seguir estudiando porque es lo que mami
quería, él al igual que mi padre tenía el cabello negro con piel morena.
Una noche mientras trabajábamos, mi compañero y yo en una “nave “como le llamaba
él nos fuimos a una gran casa en Guápiles en la cual teníamos que entregar varios
paquetes, esas personas nos recibieron los paquetes y nos pagaron como se había
acordado nos regresamos, sin tan siquiera dándonos de cuenta que nos seguían,
eran unos tipos altos, gruesos de piel muy oscura los mismos que cuidaban afuera
de la gran casa, la razón por la que nos seguían era una deuda millonaria con el jefe
esto causo la mudanza del patrón y los demás compañeros menos dos de nosotros
él nos amenazó que si decíamos algo buscaban nuestra familia. Esas personas que lo
buscaban entraron a la casa arrasando con todo recorrían el pueblo una y otra vez.
Habían pasado meses la verdad no sé porque no nos mudamos si teníamos temor
pero no lo esperábamos, y recuperar el tiempo perdido de todo lo que me esperaba,
fue una noche que regresaba como de costumbre del negocio, pero con cautela y
como un ladrón entraba al pueblo porque tal vez por algún sitio estaban aquellos
tipos merodeando el lugar esperando el momento en que alguno se arrimara para
embestirlos. Al observar aquella escena sentía que mi vida no tendría razón, que el
mundo se derrumbaba frente a mis ojos, yo tan solo de apenas cumplidos dieciséis
años observando mi mayor temor, los tipos de los que hablaba los encontró la policía,
mientras buscaban todos sus contactos por el cantón descubrieron de nuestra anterior
estadía allí pero como el jefe y los otros se fueron se dieron cuenta de nosotros
allanando la casa, la detuvieron las autoridades, desde donde estaba podía notar
como gritaba lamentándose en lo más profundo ce su ser de un auto donde la tenían
detenida al otro donde se encontraba mi hermano que también gritando confundido
porque no tenía la menor idea de lo que pasaba nunca quise dejarlos pero no tenía
opción le dije a mi compañero que encendiera el auto despacio sin realzar sospechas.
Nos fuimos tan lejos como pudimos a un lugar donde no conocía porque nunca había
salido muy lejos de mi anterior casa desde que tengo memoria. Mi vida ya no tenía
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