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llego Naomi.
Buenas tardes –salude cortésmente.
Hola cerebrito –contesto con burla- ¿te sientes como en casa ratón de biblioteca?
Yo creo que será mejor empezar -dije pasando los insultos por alto, de todas formas
me habían dicho cosas peores.
Como quieras –contestó, después de una hora y media de estar estudiando una mujer
con traje de sirvienta nos indicó que la madre de Naomi nos esperaba en el jardín
para tomar el té, me sentí desubicada yo nunca había tomado el té. Cuando llegamos
al jardín una hermosa mujer con un precioso vestido color azul marino nos estaba
esperando…
Hola querida, yo soy Maya, la madre de Naomi, un gusto conocerte –dijo con dulzura
Hola señora Maya, yo soy Unmei –en cuanto conteste frunció el ceño, me asuste un
poco.
No me digas señora me haces sentir vieja –dijo con tono de broma.
Después de dos meses de darle tutoría Naomi note algo interesante; aun no conocía
al padre de Naomi ese día sábado llegue un poco antes del medio día como ya era
costumbre el mayordomo me pidió esperar en la biblioteca; lo cual hubiera hecho de
no ser porque escuche el grito de Maya; cuando me acerque a donde provenían los
gritos pude ver como un hombre la golpeaba, cuando quise acercarme algo o más
bien alguien me jaló y terminé en una habitación; cuando me di cuenta Naomi estaba
llorando en mi pecho.
¿Qué pasa? –pregunte en un susurro; como respuesta solo recibí un abrazo y más
llanto, después de unos veinte minutos se calmó.
Ese hombre es mi padre –dijo- cada vez que un negocio sale mal se desquita con mi
madre, una vez trato de violarme, desde esa vez me escondo aquí.
¿Por qué no lo han denunciado? –pregunté asustada.
No tenemos teléfono más que el de la casa y si tratamos de llamar se desvía al teléfono
de mi padre –contestó aun contra mi pecho; en momentos como este agradezco que
mi madre me haya obligado a comprarme un teléfono, llame a la central policíaca en
menos de quince minutos estaban apresando al padre de Naomi y su madre le exigía
el divorcio. Desde entonces Naomi es mi mejor amiga cuando los compañeros nos
preguntan por qué ella solo contesta con un por que aquel a quien tú lastimas, podría
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