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Otra oportunidad
CENTRO EDUCATIVO: Liceo Katira
DIRECCIÓN REGIONAL: Zona Norte-Norte
BIBLIOTECÓLOGO: Rocío Álvarez Espinoza
AUTOR: Carolina Luna Barahona
SECCIÓN: 11-1
n un pueblo lejano en distancia, como en el tiempo, vivió un niño llamado Bruno,
de catorce años de edad. Su papá, Genaro, un hombre de antiguas costumbres y
arraigadas tradiciones, lo mira de reojo sabiendo que ya ese niño está creciendo.
Y pospone aquella plática que Doña Julia, su esposa le insinúa que debe sostener con
el muchacho.
Doña Julia es una madre abnegada. Para Bruno, sinónimo de mamá es: olor a arepas
asadas, masajes al dormir, abrazo y beso de buenas noches, y un: ¡Te quiero más que
tú a mí, mamá!... Pero no por eso deja de mostrar rigor, infundir respeto y aconsejar
con amor. Bruno está acostumbrado a escuchar a su padre decir: ¡Yo no quisiera ver
a ningún hijo mío, con carajadas, como pelos largos, aretes o ropajes extraños!, el
hombre grande o chiquito, siempre debe ser bien machito. Pero, ¿Qué diremos de
Don Genaro? Él también tuvo infancia, también tuvo papá, ¡y qué papá!...
Un día, después de cenar, Bruno preguntó: —Papá, ¿Qué haremos mañana? Es que
quiero ayudar con el quehacer durante las vacaciones, para que me permitan ir a
la casa de Marcos el sábado al anochecer, van a hacer una fiesta para celebrar las
vacaciones de medio año. — ¡Está bien Bruno, mañana te diré que haremos!—Dijo
Don Genaro. —Doña Julia sonrió para sus adentros y pensó: “Celebrar vacaciones”,
¡Definitivamente mi niño está creciendo!
Don Genaro esa noche no podía conciliar el sueño, mientras pensaba: ¡Mí hijo quiere
reunirse con esos…! ¡Ya no puedo librarme de ellos, ni siquiera en las vacaciones!.
Yo creo que tanto convivir con esos “amigos” lo están mal influenciando; ¡A mí
definitivamente no me parecen esas amistades!.
En ese momento fue cuando recordó que un trago de Valdespino lo relajaba y le
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