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Marcela me miró y puedo recordar sus palabras: al menos eres linda y la verdad no sé
si has estado o estás enamorada pero si quieres escuchar mi historia, se trata de eso.
Hace tres años conocí a un muchacho y sencillamente al tiempo lo quería bastante
pero estaba iniciando el colegio y no quería tener novio, pero si pasaba algo entre él
y yo solo podía haber una amistad. Pero cada momento que pasaba con él sentía que
lo conocía hace mucho tiempo y le confié mis preocupaciones, mis secretos, todo le
conté pues era como el hermano mayor que nunca tuve pero ¿cuáles hermanos se
gustan? Ninguno…
Todas las tardes me acompañaba de regreso a mi casa, las conversaciones tenían que
ver con algunos padres de familia y él reaccionaba enojado y decía que si llegara
a tener una familia la protegería, no los maltrataría, porque ellos no tienen la culpa
de mis problemas y sus puntos de vista me enamoraban más de él pero ¿él me
correspondía? A veces parecía que sí, a veces no y esa razón me hacía pensar el no
declararte mi sentimiento hacia él.
Pasaron dos meses y todo iba como siempre ¡una linda amistad! Se acercaba navidad
y lo invité a pasar un rato con mi familia y él aceptó, para mis padres Daniel era como
mi novio y hubo ratos penosos que tuvimos que pasar los dos, ese día nos envolvieron
nuestras miradas y nos besamos.
Una semana después Daniel me pidió que fuéramos novios y acepté, pero algo me
molestaba ¿por qué no me prestaba atención como antes? ¿Qué le pasaba? ¿Se
había arrepentido? No aguanté y le pregunté, él me juró que no tenía nada, que
últimamente se sentía agotado por el colegio y lo entendí; estaba en un grado muy
difícil, al poco tiempo volvió a ser cada vez más egoísta, no quería salir, ni hablar
conmigo pero estaba perdidamente enamorada de Daniel estaba segurísima que con
él me iba a casar y esa idea a él le agradaba pero a sus compañeros les parecía
ridícula, no hacíamos caso éramos solo Daniel y yo y nadie, pero Daniel seguía con su
forma de ser tan odioso no tenía ni la menor idea por qué estaba así.
Un día Daniel llegó llorando y me contó que todo el tiempo que estaba tan alejado de
mí era porque su familia tenía problemas y que su padre los había abandonado, yo lo
abracé y le dije que ahora él tenía que ser como el sostén de la familia, que tenía que
ayudar a su madre, pero con el trabajo de su madre no alcanzaba para comer Daniel
sin otra idea se salió del cole y ayudó a su madre trabajando a nadie le parecía buena
idea ya que Daniel era muy inteligente y disfrutaba del estudio y por esa razón nos
alejamos y a veces pasaban semanas y no nos veíamos pero tenía que apoyarlo y no
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