1VAKyeNMX

distinguir nada porque había mucha niebla,
empecé a caminar y poco a poco la niebla
se fue quitando. De pronto, me encontré
caminando en medio de un cementerio y,
a pocos metros, me encontré una capa
negra cuyo reverso era rojo, un broche de
oro para unirla a la altura del cuello el cual
era rígido, me la puse porque hacía mucho
frío y seguí caminando.
Era medio día y el cementerio parecía no
tener fin, alrededor de media hora llegué
hasta una mansión, parecía de terror, pues
los vidrios estaban rotos, las paredes rotas,
los escalones partidos a la mitad y en
el techo de la casa gárgolas espantosas
con apariencia extraña, parecía que me
observaban, y al tocar el timbre… la
puerta tenebrosamente se abrió sola.
Dentro de la casa, se oía un piano de cola,
solo notas graves sonaban y sombras
traspasaban las paredes y corrían por
toda la casa. Las paredes eran iluminadas
por candelabros que volaban por el aire.
Yo tenía miedo, temblaba de frío, vi mi reflejo en un espejo del salón y estaba tan
pálido que se podría decir que una hoja blanca tenía más color. No podía ir afuera
porque ya era de noche y me moría de frío, además sabe Dios qué animales podían
haber también, quería encender la chimenea pero no quería llamar la atención de los
que ahí moraban, al menos eso parecía, subí a las habitaciones de la segunda planta
para explorar un poco. Revisé cada puerta de lo que parecían habitaciones pero no
había nada dentro de ellas. Al final del pasillo había una muy pequeña que tenía en
su fachada un tallado con la cara de un vampiro y una figura de lobo a cada lado,
abrí la puerta con precaución y la habitación no tenía ventanas ni ningún otro indicio
de que entrara la luz. Tropecé con algún objeto grande a mi paso, lo toqué y tenía
forma de caja alargada, la superficie se sentía muy suave, en mi mente se dibujó ¡UN
156
156