ANALECTAS-Confucio
Las Analectas constituyen el único texto en el que puede encontrarse al Confucio real y vivo. En este sentido, las Analectas son a Confucio lo que los Evangelios son a Jesús. El texto, que consiste en una serie discontinua de afirmaciones breves, diálogos y anécdotas cortas, fue recopilado por dos generaciones sucesivas de discípulos (discípulos y discípulos de éstos), a lo largo de unos 75 años tras la muerte de Confucio, lo cual significa que la recopilación fue probablemente completada un poco antes, o alrededor, del año 400 a. de C. El texto es como un edredón multicolor hecho de piezas: son fragmentos que han sido cosidos juntos por diferentes manos, con una habilidad desigual, por lo que a veces existen algunas repeticiones, interpolaciones y contradicciones; hay algunos enigmas e innumerables grietas; pero en conjunto, se dan muy pocos anacronismos estilísticos: el lenguaje y la sintaxis de la mayoría de los fragmentos son coherentes y pertenecen al mismo periodo.
Las Analectas constituyen el único texto en el que puede encontrarse al Confucio real y
vivo. En este sentido, las Analectas son a Confucio lo que los Evangelios son a Jesús. El
texto, que consiste en una serie discontinua de afirmaciones breves, diálogos y anécdotas
cortas, fue recopilado por dos generaciones sucesivas de discípulos (discípulos y discípulos
de éstos), a lo largo de unos 75 años tras la muerte de Confucio, lo cual significa que la
recopilación fue probablemente completada un poco antes, o alrededor, del año 400 a. de C.
El texto es como un edredón multicolor hecho de piezas: son fragmentos que han sido
cosidos juntos por diferentes manos, con una habilidad desigual, por lo que a veces existen
algunas repeticiones, interpolaciones y contradicciones; hay algunos enigmas e
innumerables grietas; pero en conjunto, se dan muy pocos anacronismos estilísticos: el
lenguaje y la sintaxis de la mayoría de los fragmentos son coherentes y pertenecen al mismo
periodo.
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- analectas
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Capítulo 7<br />
7.1. El Maestro dijo: «Yo me limito a transmitir, no invento nada. Confío en el pasado y lo<br />
amo. En esto me atrevo a compararme con nuestro venerable Peng.»<br />
7.2. El Maestro dijo: «Acumular conocimiento en silencio, estar siempre hambriento por<br />
aprender, enseñar a los demás sin cansarme, todo esto me surge de forma natural.»<br />
7.3. El Maestro dijo: «No cultivar la fuerza moral, no explorar lo que he aprendido, la<br />
incapacidad de seguir lo que sé que es justo, y de reformar lo que no es bueno, todas éstas<br />
son mis preocupaciones.»<br />
7.4. Cuando permanecía en su hogar, el Maestro mantenía la compostura y la alegría.<br />
7.5. El Maestro dijo: «Me estoy volviendo terriblemente viejo. Hace ya mucho tiempo que<br />
no sueño con el duque de Zhou.»<br />
7.6. El Maestro dijo: «Poned vuestro corazón en la Vía; basaos en la fuerza moral; seguid<br />
la bondad; disfrutad las artes.»<br />
7.7. El Maestro dijo: «Nunca negué mis enseñanzas a nadie que las buscase, aunque<br />
fuera demasiado pobre para ofrecer algo más que un detalle de agradecimiento por su<br />
educación.»<br />
7.8. El Maestro dijo: «Yo instruyo sólo a los entusiastas; sólo guío a los fervientes.<br />
Destapo sólo una parte de la cuestión, y si el estudiante no puede descubrir el resto, no digo<br />
más.»<br />
7.9. Cuando el Maestro comía cerca de alguien que estaba en duelo, nunca acababa<br />
toda su comida.<br />
7.10. El día que había llorado [por el duelo de alguien], el Maestro nunca cantaba.<br />
7.11. El Maestro dijo a Yan Hui: «Sólo tú y yo podemos aparecer cuando se nos necesita,<br />
y desaparecer cuando somos destituidos.»<br />
Zilu preguntó: «¿Si hubieras tenido el mando de los Tres Ejércitos, a quién habrias<br />
nombrado tu lugarteniente?» El Maestro respondió: «Como lugarteniente mío no hubiera<br />
escogido a quien lucha con tigres o atraviesa ríos sin sentir miedo. Más bien a alguien que<br />
estuviera lleno de temor antes de entrar en acción y prefiriera siempre una victoria lograda<br />
mediante la estrategia.»