ANALECTAS-Confucio
Las Analectas constituyen el único texto en el que puede encontrarse al Confucio real y vivo. En este sentido, las Analectas son a Confucio lo que los Evangelios son a Jesús. El texto, que consiste en una serie discontinua de afirmaciones breves, diálogos y anécdotas cortas, fue recopilado por dos generaciones sucesivas de discípulos (discípulos y discípulos de éstos), a lo largo de unos 75 años tras la muerte de Confucio, lo cual significa que la recopilación fue probablemente completada un poco antes, o alrededor, del año 400 a. de C. El texto es como un edredón multicolor hecho de piezas: son fragmentos que han sido cosidos juntos por diferentes manos, con una habilidad desigual, por lo que a veces existen algunas repeticiones, interpolaciones y contradicciones; hay algunos enigmas e innumerables grietas; pero en conjunto, se dan muy pocos anacronismos estilísticos: el lenguaje y la sintaxis de la mayoría de los fragmentos son coherentes y pertenecen al mismo periodo.
Las Analectas constituyen el único texto en el que puede encontrarse al Confucio real y
vivo. En este sentido, las Analectas son a Confucio lo que los Evangelios son a Jesús. El
texto, que consiste en una serie discontinua de afirmaciones breves, diálogos y anécdotas
cortas, fue recopilado por dos generaciones sucesivas de discípulos (discípulos y discípulos
de éstos), a lo largo de unos 75 años tras la muerte de Confucio, lo cual significa que la
recopilación fue probablemente completada un poco antes, o alrededor, del año 400 a. de C.
El texto es como un edredón multicolor hecho de piezas: son fragmentos que han sido
cosidos juntos por diferentes manos, con una habilidad desigual, por lo que a veces existen
algunas repeticiones, interpolaciones y contradicciones; hay algunos enigmas e
innumerables grietas; pero en conjunto, se dan muy pocos anacronismos estilísticos: el
lenguaje y la sintaxis de la mayoría de los fragmentos son coherentes y pertenecen al mismo
periodo.
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cuando se le hablaba.»<br />
9.21. El Maestro dijo de Yan Hui: «¡Ay de mí!, vigilé su progreso, pero no lo vi alcanzar la<br />
meta.»<br />
9.22. El Maestro dijo: «Hay brotes que nunca llegan a flor, hay flores que nunca llegan a<br />
fruto.»<br />
9.23. El Maestro dijo: «Deberíamos considerar a los jóvenes con respeto: ¿quién sabe si<br />
la próxima generación no alcanzará en mérito a la presente? Sin embargo, si a la edad de<br />
cuarenta o cincuenta años un hombre no se ha hecho un nombre, ya no merece ser tomado<br />
en serio.»<br />
9.24. El Maestro dijo: «¿Cómo podrían las palabras de amonestación dejar de obtener<br />
nuestro asentimiento? Lo principal, no obstante, debería ser realmente corregir nuestra<br />
conducta. ¿Cómo podrían las palabras de elogio dejar de deleitarnos? Sin embargo, lo<br />
principal debería ser realmente entender su propósito. Algunos muestran deleite, pero no<br />
comprensión, o asienten, sin cambiar su proceder. Realmente no sé qué hacer con ellos.»<br />
9.25. El Maestro dijo: «Valorad la lealtad y la confianza sobre todo lo demás; no hagáis<br />
amistad con aquellos cuya moral es inferior a la vuestra; no temáis corregir vuestros<br />
errores.»<br />
9.26. El Maestro dijo: «Es posible privar a un ejército de su comandante en jefe; pero no<br />
se puede privar al más humilde de los hombres de su libre voluntad.»<br />
9.27. El Maestro dijo: «Sólo Zilu puede mantenerse con su túnica remendada junto a<br />
quienes llevan finas pieles sin sentir vergüenza:<br />
«Sin envidia ni codicia,<br />
debe ser un buen hombre.»<br />
A partir de entonces, Zilu estaba continuamente cantando estos dos versos. El Maestro<br />
dijo: «Advierte que ésta no es la receta de la perfección.»<br />
9.28. El Maestro dijo: «Es en medio del frío del invierno cuando podéis ver lo verde que<br />
son los pinos y los cipreses.»<br />
9.29. El Maestro dijo: «Los sabios no padecen la perplejidad; los virtuosos no tienen<br />
preocupaciones; los valientes carecen de temor.»<br />
9.30. El Maestro dijo: «Hay personas con las que podéis compartir información, pero no<br />
podéis compartir la Vía. Hay personas con las que podéis compartir la Vía, pero no el