278 AN. CXXIX – MAII-AUGUSTI 2010 – N. 2esta relación generacional se ha perdido. Entrejóvenes y adultos parece imposible entenderse,escucharse, encontrarse. Por ello, a muchosjóvenes que crecen en tal contexto cultural, lesresulta muy difícil pensar en sus orígenes. Deeste modo se termina por vivir el segmento delpresente, como si fuera lo único, y uno pareceno tener un pasado, una historia. Es la “orfandad”en la que viven tantos jóvenes.En este contexto, la educación tiene ante síotro reto: ayudar al adolescente y al joven adescubrir el sentido del nacer, la percepción dela proveniencia de otro, de no ser autosuficiente,ya que ninguno, por mucho que haga, se hahecho a sí mismo.Con todo ello está íntimamente conexo elsentido de la autoridad, puesta en tela de juiciocon la llamada “muerte del padre” que hacaracterizado las culturas occidentales a partirdel emblemático 68, entre otras razones porqueautoridad se ve en función del poder, delcontrol, cuando en realidad entre una y otrohay una diferencia abismal. Mientras el poderse ejerce por coacción física, psicológica, económica…,la autoridad es una cualidad por lacual uno es digno de ser obedecido, escuchado,y que está al servicio del crecimiento delotro, como indica el término latino augere, delcual viene autoritas.En este contexto escribe Benedicto XVI:“La educación no puede hacer a menos deaquella autoridad moral que hace creíble elejercicio de la autoridad. Ella es fruto de experienciay de competencia, pero se adquiere,sobre todo, con la coherencia de la propia vida…El educador es, por tanto, un testigo dela verdad y del bien. Cierto que también él esfrágil y puede faltar, pero tratará siempre denuevo de ponerse en sintonía con su misión”.La educación necesita de adultos que no abdiquende su responsabilidad de hacerse cargode los otros, conscientes de cuanto dice RomanoGuardini: “El educador debe tener bienclaro que la máxima eficacia no viene de cómohabla, sino de cómo él mismo es y actúa. Estocrea ambiente, y el niño que no reflexiona oreflexiona poco, es muy receptivo del ambiente.El primer factor es lo que el educador es, elsegundo es lo que el educador hace, el tercerolo que el educador dice”. Romano Guardini,L’età della vita, Vita e Pensiero, Milano 1986,pg. 36).Teniendo presente lo dicho, en la educaciónse hace necesario, por un lado, desarrollar eintensificar la escucha, superando la afasia delos jóvenes y la indiferencia de los adultos,creando barreras entre unos y otros que resultaninsuperables. Sólo con la escucha se puedecrear una nueva relación entre generaciones.Por otra parte se hace necesario que los adultosconfíen en los jóvenes. Sólo quien confíapuede decir que ama, y sólo quien ama puededecirse educador. Escucha y confianza, otrasdos “virtudes que no deberían faltar en la vidade un educador franciscano.3. El cuidado del otro:descubrimiento de la alteridadSe está difundiendo la idea que el individuoes potencialmente autosuficiente y completoen sí mismo. Según esta idea, la relación conlos otros, aunque necesaria por muchos aspectos,no sería constitutiva de la persona. De ellose desprende el autodeterminismo, con consecuenciasmuchas veces graves.Para la antropología bíblica y franciscana, encambio, la persona es siempre un ser en relación,nunca una isla. Es necesario educar, portanto, a una libertad con los otros, para los otros,y no sólo una libertad de los otros. Mientras sehace necesario garantizar una cierta autonomíade los demás, es necesario asegurar una sana relacióncon los otros, una libertad de encuentro.La libertad, como ha señalado en repetidas ocasionesBenedicto XVI no es sólo falta de vínculos.Ello favorecería el arbitrio, el fanatismo,lo cual está lejos de ser libertad y más bien essu destrucción. La libertad en una prospectivacristiana y franciscana es siempre responsabilidadhacia uno mismo y hacia los demás. Perono sólo. Un gran filósofo contemporáneo llevaa afirmar que la responsabilidad es anterior ala libertad (cf. E. Lévinas, Altrimenti che essere,ó al dilá de l’esistenza, Jaka Books, Milano1983, pg. 110). O cuando otro gran pensadorcontemporáneo H. Jonás, coloca la “responsabilidadestablecida por la naturaleza, es decir,existente por naturaleza, es algo irrevocable yno negociable” (H. Jonas, Il principio responsabillitá.Un’etica della civiltá tecnologica. Einaudi,Torino, 1990, pg. 120).Si bien es cierto que el primer lugar en quese aprende a estar con el otro es la familia,también es verdad –y tal vez hoy más que nuncaa causa de muchas situaciones familiares-,que la educación juega un gran papel en esteaprendizaje a la relación con los demás. Paramuchos la escuela y el colegio, además de laiglesia cuando es frecuentada, es el único espaciopara el encuentro. Es este aspecto muy
E SECRETARIATU PRO EVANGELIZATIONE ET MISSIONE 279importante a tener en cuenta para hacer de laescuela y del colegio un lugar de encuentro, derelación interpersonal.4. El cuidado de Dios:el descubrimiento de la espiritualidadEn nuestra cultura, particularmente entrelos jóvenes, se difunde cada vez más la culturaaquí y ahora. La “anestesia” del corazón espropia de una cultura nihilista, como la nuestra.La educación cristiana y franciscana debe,en cambio, proponer objetivos altos, a medidade la generosidad de los jóvenes.La educación franciscana no puede renunciara ser plataforma de evangelización,no puede renunciar a un anuncio explícito deCristo como salvador y redentor del hombre,no puede renunciar a una propuesta explícitadel seguimiento de Cristo en las distintas vocacionesdel cristiano. En este sentido nuestroscolegios tienen que convertirse en claras plataformasde pastoral vocacional, propuesta, enprimer lugar con la vida. La educación no puederenunciar a hacer todo lo posible para quedel corazón del joven venga fuera el deseo másprofundo que anida en él: el deseo de Dios. Eneste sentido, la educación en nuestras escuelasy colegios nunca puede ser laica.ConclusiónLa educación es una urgencia, pero es tambiénuna posibilidad que ha de ser acogida, conconfianza y esperanza. Esperanza en el Señorque guía la historia. Esperanza en el joven quebusca la plenitud, aun cuando muchas vecesno conozca el camino.Escucha y paciencia, confianza y esperanza:las cuatro “virtudes” que he propuesto atodos los educadores franciscanos. Soy conscienteque ello no es fácil. El camino para adquirirlasy para llevar a cabo una educación alos cuatro valores que he señalado –el cuidadodel yo, descubrimiento de la identidad, elcuidado de los orígenes, descubrimiento de laautoridad, el cuidado del otro, descubrimientode la alteridad, el cuidado de Dios, descubrimientode la espiritualidad-, nos lo ofreceBenedicto XVI en la carta varias veces citadaen mi intervención:Educar “es una pasión que se lleva en elcorazón, es un trabajo común en el que cadauno debe dar su propia aportación”.Fr. José Rodríguez Carballo, ofmMinistro general2. Capítulo extraordinario sobre EvangelizaciónLa Provincia de San Pedro y San Pablode Michoacán, en México, ha celebrado unCapítulo extraordinario sobre la Evangelizacióndel 24 al 29 de mayo de 2010 en Moroleón,Gto. Este Capítulo ha tenido como Objetivo:Discernir y reorientar nuestra praxisevangelizadora a la luz de nuestro carisma yde los desafíos de nuestro contexto culturalpara crecer como una fraternidad contemplativaen misión al servicio del Reino. El Métodoa seguir en su desarrollo ha sido el pastoralretomado y corroborado por la AsambleaEpiscopal Latinoamericana de Aparecida:Ver, Juzgar y Actuar. Se estableció la modalidadde Abierto a todos los hermanos, es decir,además de los hermanos que por derechoy elección participarían de acuerdo a la propialegislación, podrían participar todos los hermanosque gustaran, asumiendo unas basesy requisitos. El tema era: La conversión pastoraldesde la forma franciscana. Ha tenidocomo lema: Enviados como Fraternidad paraanunciar el Evangelio. Para seguir la metodologíase señalaron tres etapas: 1ª. Pre-Capítulo(ver); 2ª. Capítulo (juzgar); 3ª. Post-Capítulo(actuar).El Capítulo, presidido por Fr. Eulalio Gómez,Ministro provincial, transcurrió en unclima de fraternidad, de comunión, de oracióny discernimiento, de buena participación detodos los presentes.Este Capítulo fue celebrado como respuestaa un mandato de obediencia del Anterior CapítuloProvincial de Michoacán en 2008.1. Pre-CapituloLos trabajos Provinciales fueron coordinadospor la Comisión Central Preparatoria: Fr.Gerardo Otilio Crespo Hernández, ofm (SecretarioProvincial para la Evangelización yPresidente de la Comisión); Fr. Flavio ChávezGarcía, ofm (Secretario Provincial para laFormación y los Estudios, Responsable de laMetodología capitular); Fr. José Emilio FloresLira; Fr. Eduardo López Ramírez; Fr. JoséMartín Alcántar González (Secretario). Lostrabajos capitulares fundamentalmente fueronenfocados en la revisión de nuestra realidad,una revisión hecha con una doble perspectiva,ad intra y ad extra de nuestras fraternidadeslocales.