Nuestra palabra tiene crédito - Ministerio de Desarrollo Social

96.- Primer Congreso Latinoamericano de Microcrédito
de los niveles de pobreza, eliminación de los
derechos sociales básicos, alto endeudamiento
externo, sujeción a organismos internacionales,
deserción escolar, jóvenes sin educación
ni empleo, inseguridad, desintegración social,
crisis política e institucional.
De manera particular las esperanzas y expectativas
del pueblo argentino se vieron nuevamente
frustradas con la experiencia de gobierno
de la Alianza en la crisis del 2001.
La recuperación del modelo de Proyecto Nacional
y Popular con la llegada del presidente
Néstor Kirchner en el 2003, le devuelve
centralidad a la “política”, y se hace cargo de
instalar una nueva estrategia en materia de
derechos humanos. Rechaza la injerencia de
los organismos financieros internacionales en
la decisión de la política nacional, logra la recuperación
del rol del Estado en espacios que
conducía directamente el mercado y se hace
manifiesta la evidente voluntad de integración
latinoamericana con el firme rechazo al
ALCA, entre otras medidas.
Con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner
nos encontramos en un momento importante
para el ejercicio del Poder popular y
la consolidación del Proyecto Nacional. La política
ha vuelto a ocupar el centro de la escena
y a ser artífice del cambio que es necesario producir,
generando condiciones para que la práctica
política recupere su sentido de servicio y
de representación de los genuinos intereses del
Pueblo. Después de mucho tiempo, es posible
retomar el debate y discusión de qué significa la
acción política. Proyecto Nacional y Gobierno
comienzan a encontrarse, no sin dificultades,
por primera vez después de muchos años.
La CentraLidad de La
direCCionaLidad PoLítiCa
Desde esta historia, con este resurgir de las cenizas
desde este modelo, se plantea una manera
diferente de hacer microcrédito. El Estado asume
el desafío de dar un giro copernicano con el
tema del microcrédito formulándolo a través de
un nuevo paradigma, compuesto por diferentes
ejes/dimensiones que atraviesan las prácticas.
Dicho paradigma es la recuperación de la
centralidad de la direccionalidad política. Es
decir, el microcrédito no debe estar orientado
por el mercado, sino que está orientado por la
política. Si no hay una direccionalidad política,
si no hay una participación política activa
de cada uno de los compañeros y compañeras
de los distintos Bancos Populares de la Buena
Fe, sean promotores, emprendedores o referentes
de las organizaciones, no es posible darle
dirección al microcrédito, quedándose en
un mero fuego de artificios.
La práctica política es entonces constitutiva en la
propuesta del BPBF y entiende al microcrédito
como una herramienta más al servicio del Proyecto
Nacional y Popular. Los emprendedores se
transforman en actores políticos y sociales, que
a través de su participación en diferentes organizaciones
sociales buscan creativamente, en
una comunidad organizada, la transformación
social, política y económica para que no falte el
pan y el trabajo en ningún hogar. El barrio o la
localidad donde funciona cada banco se convierten
en un espacio de participación a través de las
reuniones semanales en lo que se denomina la
Vida de Centro. Se constituyen en procesos de
transformación sociopolítica, donde se debate y
se actúa respondiendo a las necesidades que se
van detectando en cada lugar. Así, hay bancos
que han asumido y abordado las temáticas de
salud, de violencia hacia la mujer e intrafamiliar,
de seguridad, de educación, interactuando
activamente con las demás instituciones del barrio,
siendo el banco un autentico protagonista
político. Y de esta forma, se va forjando la comunidad
organizada, una comunidad que toma
decisiones y que, en interacción con el Estado y
con otras organizaciones/ instituciones, va construyendo
nuevos horizontes y nuevas formas de
vivir en sociedad.
Esto recupera el sentido genuino de lo que es
la palabra política y que realmente se conciba
desde el microcrédito un movimiento nacional
que de sustento a un gobierno popular. Este es
el camino, el paradigma por el cual se trabaja y
que comprende las siguientes dimensiones: