A mirada do outro - Educación en valores
A mirada do outro - Educación en valores
A mirada do outro - Educación en valores
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
A MIRADA DO OUTRO<br />
182<br />
de Portugal <strong>en</strong> España” que confirmaba los lazos históricos de amistad y hermandad.<br />
Por su parte, Areilza y Castiella <strong>en</strong> sus Reivindicaciones de España c<strong>en</strong>traban<br />
sus exig<strong>en</strong>cias, después de Gibraltar, <strong>en</strong> la zona de Orán (Oranesa<strong>do</strong>), no plantean<strong>do</strong><br />
cuestión alguna respecto Portugal. 21 De este mo<strong>do</strong>, se pasó de una incipi<strong>en</strong>te<br />
voluntad de anexión a un nuevo estatuto de fraternidad que, a su vez,<br />
podía <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse <strong>en</strong> un <strong>do</strong>ble s<strong>en</strong>ti<strong>do</strong>: o bi<strong>en</strong> que España ejerciese la primog<strong>en</strong>itura,<br />
o bi<strong>en</strong> que la hermandad se diese <strong>en</strong> un plano de igualdad.<br />
3<br />
Portugal <strong>en</strong> la literatura pedagógica nacional-sindicalista<br />
Con estos anteced<strong>en</strong>tes es lógico que la literatura pedagógica de la España<br />
nacional-sindicalista trasluciese esta dinámica (que oscila <strong>en</strong>tre la anexión y la<br />
hermandad), más aún si t<strong>en</strong>emos <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que la demanda de una misión<br />
imperial pasaba por afirmar la unidad territorial <strong>en</strong>tre ambas naciones para restaurar<br />
aquel imperio “<strong>do</strong>nde nunca se ponía el sol”. La unidad p<strong>en</strong>insular –unidad<br />
espiritual más que política, def<strong>en</strong>dida por el integralismo (Sardinha) y el<br />
nacional-sindicalismo portugués (Rolao Preto)– debía comportar la expansión<br />
cultural hacia Hispanoamérica. Desde una perspectiva histórica, la retórica escolar<br />
de la España nacional-sindicalista recordaba que después de la unión de<br />
Castilla y Aragón, sólo quedaban indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes Portugal, Navarra y Granada.<br />
Por otra parte, la <strong>do</strong>ble perfidia de la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia portuguesa y de la sublevación<br />
de Cataluña (1640) había roto la unidad, situación que se había repeti<strong>do</strong><br />
–desde Cataluña– durante los años de la Segunda República (1934). Pero tampoco<br />
es m<strong>en</strong>os verdad que hacía tiempo que se había int<strong>en</strong>ta<strong>do</strong> hacer de<br />
Cataluña un Portugal para el bi<strong>en</strong> de toda España según la tradición federalista<br />
de Pi y Margall y la Espanya gran de Cambó que se sintetiza <strong>en</strong> El problema<br />
p<strong>en</strong>insular (1933) de Joaquín Casas-Carbó. Con to<strong>do</strong>, no podemos olvidar que<br />
el mismo Casas-Carbó –después de def<strong>en</strong>der un ideario nacionalista que contemplaba<br />
el <strong>en</strong>caje de Cataluña <strong>en</strong> una unidad ibérica– también saludó, después<br />
de la Guerra Civil española, la hispanidad triunfante que simbolizaba la victoria<br />
franquista. 22<br />
En 1939 las <strong>do</strong>s atalayas de la p<strong>en</strong>ínsula (Lisboa y Barcelona) iban a correr<br />
una suerte dispar: nada tan difer<strong>en</strong>te a la vileza catalana (que había gira<strong>do</strong>, al<br />
igual que la Segunda República, <strong>en</strong> torno a la órbita política del fr<strong>en</strong>te popular<br />
francés) como la fidelidad portuguesa a la causa nacional. De ahí que, a pesar de<br />
21.<br />
AREILZA, J. Mª. y CASTIELLA, F. Mª., Reivindicaciones de España. Madrid: Instituto de<br />
Estudios Políticos, 1941.<br />
22.<br />
CASAS-CARBÓ, J., La Hispanidad triunfante. Barcelona: Librería Doménech, 1939.