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En la proa o junto al mástil de una goleta que navega a toda vela, Ezequiel<br />
Zamora abraza a la bella Estefanía Falcón, la muchacha vestida de negro a<br />
quien siguió en las escenas finales del capítulo I, que ahora lleva un traje<br />
blanco que casi sugiere un traje de novia, que el viento despliega.<br />
Ambos miran expectantes el horizonte, en el cual aparecen los contornos de<br />
una isla.<br />
Esta toma puede ser filmada, para simplificar la producción, en la misma nave<br />
que se utilizará para la escena posterior de la nave que desembarca en Coro, e<br />
incluso en la misma sesión. La embarcación, por la época, es de madera.<br />
Puede ser usado incluso un peñero mediano, pero la cámara debe evitar<br />
rigurosamente toda toma que revele máquinas, drizas de acero, plástico u otro<br />
anacronismo.<br />
ESCENA 12<br />
INTERIOR. AMANECER. ALCOBA EN CASA DE CURAZAO<br />
Alcoba de una modesta casa alquilada en Curazao. Ezequiel Zamora, sin<br />
camisa, mira amorosamente a su bella esposa Estefanía Falcón, la joven<br />
enlutada que vimos en las escenas finales del capítulo 2, ahora su esposa, que<br />
duerme apaciblemente a su lado, apenas cubierta por la sábana.<br />
Zamora se lleva la mano de la muchacha dormida a la boca, para besarla. Un<br />
primer plano de las manos entrelazadas de Zamora y Estefanía permite ver<br />
anillos matrimoniales.<br />
Resuena un galope que se detiene a las puertas de la casa. Una criada entra,<br />
diciendo en voz muy baja, para no despertar a Estefanía:<br />
CRIADA:<br />
-Tiene visita.<br />
Sin esperar, tras la criada entra Gaspers, con la cabellera rubia más<br />
desordenada que nunca, en la cual aparecen ya varias canas. Gaspers se queda<br />
cohibido ante la joven dormida.<br />
Ezequiel no sabe si sonreír o entristecerse por la presencia del cuñado que<br />
siempre aparece en momentos decisivos, y le pide un instante de silencio<br />
poniéndose un dedo en los labios.