Capitulo 1.pdf - Carpe Diem

Revienta un trozo de muro junto al portón.
De la nube de polvo surge trabajosamente el viejo coronel Ramón
Escobar, al cual la explosión ha herido seriamente en un brazo. Con inmenso
esfuerzo y coraje, el viejo se incorpora, se para desafiante entre los escombros,
y grita:
EZEQUIEL ESCOBAR:
-¡Mosca!
Zamora se pone ambas manos alrededor de la boca para hacer bocina y le
grita, en tono zumbón:
ZAMORA:
-¡Viejo oligarca, godo miserable, no combatas con
los enemigos de la República, vente a nuestras filas
que son las de la libertad!
El anciano coronel se yergue, todavía tambaleante y sangrando, y grita:
EZEQUIEL ESCOBAR:
-¡Escobar se orina en los zapatos, pero no ensucia la
cobija!
Zamora menea la cabeza:
ZAMORA:
-¡Qué viejo tan guapo! ¡Ojalá todos los enemigos
fueran como él!
Zamora deja el cañoncito, monta en su caballo y arranca al galope hacia el
portón casi derruido, blandiendo el sable.
De una sola arremetida, jinetes y soldaditos atacan hacia el portón, lanzando
un unánime alarido.
ESCENA 30
EXTERIOR. DÍA. FACHADA DE LA CASA FUERTE DE BARINAS
Ante la castigada fachada de la casa fuerte de Barinas, delante de una hilera de
soldaditos y jinetes y de una hilera de oficiales del bando liberal, Zamora,
con las ropas desgarradas por la pelea, el pelo desordenado y una pequeña
herida en la cara, anuncia la ejecución del plan político que adopta en todas las
zonas que ocupa:
ZAMORA: