Capitulo 1.pdf - Carpe Diem

ESCENA 15
EXTERIOR. DÍA. ALREDEDORES DEL RANCHO DE VIVIANA
En la silla del mismo caballo y casi con la misma desarreglada ropa de la fuga,
Zamora examina ansioso con la mirada los restos del rancho de Viviana,
ahora un amasijo de troncos carbonizados y de bahareque en terrones.
Cerca del rancho, tirado, un haz de chamizas casi deshecho.
Pasa una mujer harapienta muy vieja y con cara de amargura, llevando sobre
la cabeza una olla de barro.
ZAMORA:
-¿Qué fue de la gente que vivía aquí?
La vieja le lanza una mirada de desconfianza:
VIEJA:
-Nadie sabe.
ZAMORA:
-¿Conoce una muchacha llamada Viviana?
VIEJA:
-En la guerra nadie tiene nombre.
Zamora mira de nuevo con desesperación las ruinas carbonizadas, las topias
donde estuvo la cocina, los restos desperdigados del haz de chamizas.
ESCENA 16
INTERIOR. DÍA. SALA DE SESIONES DEL CONGRESO NACIONAL
Sala de sesiones del Congreso Nacional, que para la época funciona en una
gran casa del centro frente a la plazuela de San Francisco. El 24 de enero de
1848 los parlamentarios conservadores, emperifollados con sus levitas de
etiqueta, cargados de legajos, van entrando a la amplia sala de la casona
donde se reúne el Congreso.
Primer plano del diputado conservador José María de Rojas, que discursea
ante sus colegas, mientras un ujier cierra las ventanas que dan a la calle:
DIPUTADO JOSÉ MARÍA DE ROJAS:
-Vista la insólita conmutación de sentencias de muerte acordada
por el ciudadano Presidente José Tadeo Monagas, propongo a
esta asamblea, reunida en sesión secreta: Primero: Enjuiciar al
Presidente, para deponerlo del cargo. Segundo: Mudar esta
Asamblea a Puerto Cabello, bajo la protección del general José
Antonio Páez. Tercero: Crear un cuerpo armado propio, al mando
del coronel Smith, para ejecutar nuestras decisiones, con