Capitulo 1.pdf - Carpe Diem

El llanero que hace guardia, somnoliento, resopla con un gesto de desprecio y
levanta las cejas:
LLANERO:
-¡Estado Mayor de patiquines! ¡Hum!
Absorto, Zamora cree haber encontrado una estrategia, y con un gesto arranca
sobre el tablero, según su costumbre, con una salida de caballo.
ESCENA 27
EXTERIOR. DÍA. CAMINO HACIA BARINAS
Generador de caracteres: Barinas, abril de 1859
Zamora cabalga con sus oficiales hacia Barinas.
En un caney con un cobertizo de palma, un fuego de chamizas, topias y unos
toscos enseres de cocina, Zamora divisa a un oficial federal que regaña
destempladamente a un campesino y lo amenaza con fusilarlo, mientras
escupe con asco. Varios soldaditos contemplan la escena, desconcertados.
OFICIAL FEDERAL:
-¡Carajo! ¡Qué porquería es ésta! ¡Soy capaz de fusilarlo!
El campesino, espantado, retrocede hasta un poste del caney.
Al presenciar el altercado, Zamora desvía su caballo, saluda con el sombrero
de cogollo, y dice apaciblemente:
ZAMORA:
-Buenos días. ¿Qué le pasa al amigo?
OFICIAL:
-Le pedí de comer, me sirvió una vaina que parecía
chicharrón, y después que empecé a comérmelos me di
cuenta de que era una inmundicia, unos gusanos de palma
fritos ¡El uniforme se respeta, no joda!
El oficial levanta el brazo contra el campesino.
Zamora se inclina desde la montura, toma una hoja de plátano con varios
gusanos fritos que está sobre una tosca mesa de madera, y dice, con
aprobación:
ZAMORA:
-¡Es un plato exquisito!