Capitulo 1.pdf - Carpe Diem

independencia de las del encausado presidente José Tadeo
Monagas.
Gran aclamación de los diputados conservadores, que son la mayoría en el
Congreso, ante cada uno de los puntos.
DIPUTADOS:
-¡Bien! ¡Muera Monagas! ¡Viva Páez! ¡Páez! ¡Páez!
Entre la tumultuosa aclamación y los aplausos de los conservadores, la cámara
se retira lentamente, dejando ver a espaldas del diputado Conservador José
María de Rojas una cerrada formación de soldados con sus fusiles prestos, y al
lado de ella, con uniforme de oficial lleno de bandas y medallas, el coronel
Smith, rubio y de ojos azules, en ostentosa posición de firme.
Gente del pueblo que llena la plaza de San Francisco, golpea las hojas
cerradas de las ventanas, a través de las cuales se escucha su barra, que grita
airada:
PUEBLO (EN OFF):
-¡No, no! ¡Viva Guzmán! ¡Viva Zamora! ¡Muera Páez, bastonero
de la oligarquía! ¡Viva Guzmán! ¡Viva Zamora! ¡Viva el pueblo!
¡No al enjuiciamiento de Monagas!
ESCENA 17
INTERIOR. DÍA. OFICINA DE NEGOCIOS DE ESTADOS UNIDOS
EN VENEZUELA
El Encargado de negocios Benjamín G. Shields sentado en su Despacho, una
amplia sala de una casa de la época, con un escritorio de madera pulida y la
consabida carpeta con tinteros. Tras él, una bandera de Estados Unidos de la
época. Si es posible, un águila de bronce, y un mapa de época con Estados
Unidos, Centroamérica y el Caribe.
Al fondo, en un piano o una pianola, resuena una destemplada versión del
Yankee Doodle.
Ante el escritorio del Encargado está sentado el diputado conservador Fermín
Toro, quien con gesto apasionado saca del bolsillo interior de la levita un
legajo, y lee :
FERMÍN TORO: