Capitulo 1.pdf - Carpe Diem

Generador de caracteres: San Carlos, enero de 1860.
El 10 de enero de 1860 entra a la improvisada sala del Estado Mayor en San
Carlos un ordenanza con un mensaje en la mano.
ORDENANZA:
-Mensaje de los godos de San Carlos.
Ezequiel Zamora extiende la mano, recibe la hoja de papel, la despliega y la
lee rápidamente ante Antonio Guzmán Blanco y Falcón, detrás del cual su
sempiterno guardaespaldas, G. Morón, rumia la mascada de chimó sin
separarse del fusil ni del general.
ZAMORA:
- Piden parlamentar para la capitulación.
Zamora respira profundamente, aliviado, y deja ante él el documento en la
mesa del Estado Mayor, junto con mapas y despachos.
ZAMORA:
-Ahora Caracas, y la paz.
Zamora cierra un instante los ojos, suspira, y se extiende en la silla de cuero
claveteado, como si descansara de una tensión de años. En su cara y sus
brazos todavía hay rasguños y magulladuras. Luego añade:
ZAMORA:
-La paz... Ya me cansé de matar...
Un instante después mira al ordenanza, y le dice:
ZAMORA:
-Creo que todos en el Estado Mayor estamos de
acuerdo en que la capitulación tiene que ser a
discreción y sin condiciones. Ahora sí. Nada puede
impedir la revolución.
Zamora se levanta, y profundamente conmovido, abraza a su cuñado el gordo
general Falcón y a Antonio Guzmán Blanco, los cuales se dejan abrazar con
miradas perdidas en el vacío.
ZAMORA:
-Si ustedes permiten, voy a inspeccionar cómo andan
las trincheras. Ojalá sean las últimas de esta
guerra...¡Ya vengo!
Zamora deja el Estado Mayor.
Antonio Guzmán Blanco cruza una mirada con Falcón.
Antonio Guzmán Blanco cruza otra mirada con G. Morón, el sargento de
mala catadura que, fusil en mano, custodia a Falcón.
El sargento G. Moron le contesta la mirada, larga un escupitajo de chimó, y
parte siguiendo sigilosamente a Guzmán, que sale en pos de Zamora.