Capitulo 1.pdf - Carpe Diem

Los dos soldaditos que flanqueaban a Espinoza en la sala de la corte marcial lo
recuestan a un samán en una plaza que es más bien un pajonal.
El brujo Tiburcio le acerca a la boca el largo crucifijo con una lanza atada en
la punta. Espinoza desvía la cara, por no besarlo.
ESPINOZA:
-El perdón es un engaño.
Un pelotón de fusilamiento prepara sus armas, dirigido por el oficial que leyó
el papel.
OFICIAL:
-¡Preparen! ¡Apunten!
Espinoza se quita una sortija con una esmeralda:
ESPINOZA:
-Le corté el dedo a un godo para quitársela. Es lo
único que tengo después de mil años de guerra. ¡No
voy a dejar que nadie se la devuelva!
Espinoza arroja la sortija a un pajonal.
Efecto especial: En cámara lenta, la sortija vuela, girando, y el sol le arranca
un fulgor maligno.
Resuena la descarga.
El estruendo causa tremenda conmoción en Zamora, quien presencia la
ejecución a caballo y cierra los ojos mientras su rostro se contrae como si de
nuevo lo estremeciera el tifo.
Al levantar la mirada, vuelve a sacudirlo la detonación del tiro de gracia.
Zamora vuelve la mirada en la dirección de un galope que se aproxima.
Gaspers, fatigado y polvoriento, llega a caballo hasta el conmocionado
Zamora, y le habla mientras da vueltas a caballo alrededor de él:
GASPERS:
-En la sala del Estado Mayor en Barinas te esperan
Antonio Guzmán Blanco y el Presidente federal Juan
Crisóstomo Falcón. Pero te aviso que...
La cámara se aleja mientras Gaspers dice a Zamora algo que no escuchamos
entre el estruendo de los cascos, mientras los caballos de ambos dan vueltas
antes de arrancar entre nubes de polvo.
ESCENA 4