Capitulo 1.pdf - Carpe Diem

-¡Juegue juegue su merced con la jugada de la suerte hoy
pobre mañana rico juegue juegue con la jugada de la suerte
juegue su turno hoy pobre mañana rico juegue su grado
juegue el partido juegue su hacienda juegue su mujer
juegue su hijo juegue su botín hoy pobre mañana rico
juegue el ganado juegue su sueldo apueste al doble seis la
jugada de la suerte!
En su frenesí de arrojar dados aquí y allá, el Tahúr se acerca a la puerta de la
galería y topa con Zamora, que entra acompañado de varios lanceros.
Zamora ase al tahúr, y de un empellón tremendo lo arroja fuera del patio:
ZAMORA:
-¡La Revolución no es casino!
El cubilete rueda hacia la mesa, y los dados ruedan hasta cerca del herido
Martín Espinoza, mostrando el doble seis.
La muchacha cubierta con el velo de novia da un alarido, se desase de uno de
los secuaces de Espinoza, y escapa del patio, mientras en él van entrando
varios de los hombres armados de Zamora, que se plantan en hilera.
ESPINOZA:
-¿Qué hace aquí, catire? ¿No sabe que en Santa Inés sale el
diablo?
Zamora toma una silla, se sienta al revés, acodándose en el respaldo, y se
enfrenta a Espinoza, hablando con tensa calma:
ZAMORA:
-Martín, tercera vez que te insubordinas contra una orden
de unir tus tropas con las del ejército federal.
Al lado de Zamora, un espejo replica la imagen de Espinoza.
En contraplano, Espinoza muestra con desdén su pierna vendada.
ESPINOZA:
-Me herí enlazando un toro.
Al lado de Espinoza, un espejo refleja la tensa figura de Zamora, acodado en
la silla. Zamora pasea la mirada por las baratijas acumuladas por todo el patio:
ZAMORA:
-Las órdenes son: tomar lo indispensable para la guerra,
ganado, armas. No hay que robar por robar, ni matar por
matar.
ESPINOZA:
-El negocio del godo es el saqueo, y llama saqueo a la
guerra que se hace contra el godo. Nos roban todo y nos