Capitulo 1.pdf - Carpe Diem

DIRECTOR DE LA MESA:
-Son nulos y de ningún valor los votos que se han recibido a favor
del expresado Zamora, declarándose asimismo que éste no puede
sufragar.
Atónito ante la injusticia que lo despoja de sus derechos de ciudadano,
Zamora derriba a trompadas a los integrantes de la Asamblea Parroquial.
Un piquete de guardias le cae encima, lo reduce, lo arrastra.
El “Indio” Rangel se mete en la reyerta y empieza a repartir puñetazos.
ESCENA 18
INTERIOR. DÍA. SALA DE REUNION DEL PARTIDO LIBERAL EN
CARACAS
Antonio Leocadio Guzmán dirige una apasionada arenga ante una reunión de
partidarios en Caracas, en la misma sala donde expuso los principios del
Partido liberal, casi con las mismas personas, que ahora muestran expresiones
de preocupación o abierto disgusto.
ANTONIO LEOCADIO:
-La situación es grave, señores. Con notable alarma ha visto la
población la entrada en esta capital, de una fuerza armada con
gente colectada, cuando consta a todos que ningún reclutamiento
se ha hecho con sujeción a las terminantes disposiciones de las
leyes. Es una recluta inconstitucional, para impedir votar a
nuestros partidarios, y para intimidar a los votantes. El gobierno
ha impedido en todas las formas el ejercicio del sufragio. Se los
ha descalificado con todo tipo de trucos jurídicos, se los ha
reclutado y encerrado en los cuarteles para que no puedan ejercer
el voto...
Una esclava trae un vaso con agua en una bandeja, y se lo sirve a Antonio
Leocadio con una profunda reverencia. Antonio Leocadio, congestionado,
bebe grandes sorbos.
Mientras Antonio Leocadio habla y bebe para aclararse la garganta, la cámara
recoge algunas expresiones de preocupación de los acomodados liberales que
escuchan. Entre ellos, se detiene un instante en Juan Crisóstomo Falcón, un
gordo con lacios bigotes que para el momento se acerca a los 35 años, que se
golpea nerviosamente la palma de la mano con el puño del bastón. Falcón
interrumpe, desconsolado:
FALCÓN: