Capitulo 1.pdf - Carpe Diem

-Luciérnagas machacadas, para los sueños.
Zamora toma una flor amarilla de un matorral y la entrega a Viviana.
Viviana se acerca, y le prende la flor a Zamora en el pelo.
Al acercarse, ambos se contemplan.
Zamora besa a Viviana en la boca.
Viviana responde al beso con intensidad.
Ambos se acarician, con la desesperación y la violencia del deseo contenido
largo tiempo, antes de rodar por los matorrales, entrelazados.
Corte a las nubes que pasan.
Contraplano de Viviana y Zamora, que semidesnudos miran pasar las nubes,
como si el tiempo no existiera.
ESCENA 48
INTERIOR. DÍA. EL RANCHO DE VIVIANA
Tirado en el suelo, perdido el conocimiento, Zamora tirita en medio del ataque
de tifo.
Viviana le pasa por la frente y por el torso desnudo un trapo húmedo que moja
en una vasija de barro.
Al lado de la cabeza de Zamora, en el piso de tierra, una mustia flor amarilla.
Viviana oye el chasquido de una rama quebrada y, atenta, alza la cabeza.
Un nuevo chasquido, que proviene de otra dirección, la hace volver la cabeza.
ESCENA 49
EXTERIOR. CAMPO, ALREDEDORES DEL RANCHO DE VIVIANA.
DIA.
El teniente Julián Castro y varios soldados, con las ropas desordenadas y
cubiertas de polvo, se acercan al rancho. Uno de ellos tira del cerrojo de un
fusil.
ESCENA 50
INTERIOR. DÍA. RANCHO DE VIVIANA
Viviana voltea la cabeza a uno y otro sitio. Su agudo oído le hace saber que
están rodeados.
Viviana se abraza del inconsciente Zamora y, sin otro recurso, empieza a
rezar la oración del Justo Juez:
VIVIANA:
- ¡Oh, Justo Juez! Mis enemigos veo
En cualquier paja o árbol de monte sea mi cuerpo
resguardado