Capitulo 1.pdf - Carpe Diem

ZAMORA:
-¡Ensillen!
En primer plano, un corneta ejecuta un destemplado toque de movilización.
Con atropellada prisa, los jinetes saltan sobre las monturas de sus caballos,
equipo militar en mano.
ESCENA 29
EXTERIOR. DÍA. DIVERSAS LOCACIONES EN CAMPOS DE
BATALLA RURALES
Resuenan clarines que ordenan cargas.
Pasan y se disuelven unas en otras escenas de guerra rural con lentas cargas de
caballería y de infantería, en las cuales casi no se distinguen los bandos.
Disolvencia tras disolvencia, primeros planos de soldaditos de ropas humildes
que se acometen en cámara lenta con fusiles, bayonetas, machetes y lanzas.
Si la producción lo permite, algunas de estas escenas se filmarán a orillas de
alguna laguna o represa que sugiera el Lago de Maracaibo, en cuyas aguas
caen muertos y heridos.
Sobre la humareda de las detonaciones y de los incendios pasan banderas
amarillas y banderas rojas, como fantasmas.
ESCENA 30
EXTERIOR. DÍA. CAMPO DE BATALLA DE LOS ARAGUATOS
El anciano José Antonio Páez, plantado orgullosamente en pleno campo de
Los Araguatos, flanqueado por un Estado Mayor de desdeñosos oficiales
oligarcas con lujosos uniformes, plumajes, suntuosos anillos, monóculos.
Alguno se lleva a la nariz un frasco con sales aromáticas.
El general José Laurencio Silva y Ezequiel Zamora avanzan hacia Páez y se
le plantan delante. Páez se desciñe la espada, se la entrega a José Laurencio
Silva, y en ese momento advertimos que el Rey de los Llanos se entrega
prisionero tras su rendición.
PÁEZ:
- Esto es del Presidente.
Paez también se desciñe la mellada punta de lanza del viejo llanero “Gavilán”
y la devuelve a Zamora:
PÁEZ: