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joaquín escriche martin - Centro de Estudios del Jiloca

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futuro, su a<strong>de</strong>lanto con <strong>de</strong>cenios <strong>de</strong> ventaja, a lo que mucho más tar<strong>de</strong> será<br />

consi<strong>de</strong>rado como el colmo <strong>de</strong>l vanguardismo. Esto es muy importante <strong>de</strong>stacarlo aquí.<br />

Es verdad que buena parte <strong>de</strong> la crítica alabó siempre sus trabajos, sus investigaciones<br />

para recuperar las mejores técnicas <strong>de</strong> antaño, olvidadas y arrumbadas durante siglos y<br />

siglos, para obtener así una obra que hoy no sólo se <strong>de</strong>be contemplar, sino que vale la<br />

pena acariciar para apreciar mejor su tersura, la suavidad <strong>de</strong>l tacto, la filigrana <strong>de</strong> sus<br />

encajes, o la discreción <strong>de</strong> sus ensambles en la ma<strong>de</strong>ra. Pero todo ello, la maravilla y la<br />

variedad <strong>de</strong> sus argumentos técnicos, subordinado, puesto a la disposición <strong>de</strong> una<br />

in<strong>de</strong>clinable visión vanguardista <strong>de</strong>l arte, que mantuvo siempre hasta el final <strong>de</strong> su<br />

existencia. Por eso, cuando el Ateneo <strong>de</strong> Madrid reabra su sala <strong>de</strong>l Prado <strong>de</strong>dicada a la<br />

nueva pintura, <strong>de</strong>ba hacerlo con la obra <strong>de</strong>l propio Lapayese, el joven artista que a la<br />

sazón está ampliamente asentado en la setentena. Es evi<strong>de</strong>nte que si hoy escuchara los<br />

nuevos conceptos <strong>de</strong> arte total, <strong>de</strong> pintura matérica, o <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>rnos ismos tan <strong>de</strong><br />

boga en la literatura artística contemporánea, no <strong>de</strong>jaría por menos <strong>de</strong> sonreirse<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber ensayado éstos y otros muchos caminos que, al cabo, le sirvieron<br />

para merecer el epíteto <strong>de</strong> artesano en contraposición al <strong>de</strong> artista. Cómo si los gran<strong>de</strong>s<br />

artífices <strong>de</strong>l Renacimiento hubieran hecho otra cosa.<br />

No <strong>de</strong>be extrañarnos pues que para entonces, estamos en 1943, <strong>de</strong>sease un cambio <strong>de</strong><br />

aires. Así, marcha a Barcelona don<strong>de</strong> no tarda en llamar la atención <strong>de</strong>l mundillo<br />

cultural. Efectivamente, la capital catalana se mostró mucho más receptiva hacia la<br />

forma <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r el arte <strong>de</strong>l calamochino, que lo había sido Madrid. No hay que olvidar<br />

el sustrato industrial y el origen artesano <strong>de</strong> su burguesía, y que, en <strong>de</strong>finitiva, siempre<br />

fue más permeable a las nuevas corrientes que llegaban <strong>de</strong> Europa. En esta ciudad,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> su faceta <strong>de</strong> creador que compatibilizó <strong>de</strong> nuevo con la restauración y la<br />

<strong>de</strong>coración, <strong>de</strong>sarrolló la <strong>de</strong> conferenciante en una serie <strong>de</strong> lecciones que dictó, lo que<br />

abre un nuevo camino <strong>de</strong> investigación para los estudiosos <strong>de</strong> su obra. Des<strong>de</strong> allí pasó al<br />

año siguiente a Palma <strong>de</strong> Mallorca para dirigir, nada menos, que la <strong>de</strong>coración general<br />

<strong>de</strong> la casa-palacio <strong>de</strong> Bartolomé March, don<strong>de</strong> hoy se halla la Fundación que lleva su<br />

nombre, justo en las escalerillas <strong>de</strong> acceso a la catedral. Allí <strong>de</strong>bió compaginar las<br />

labores <strong>de</strong> arquitectura <strong>de</strong> Luis Gutiérrez Soto, autor entre otros <strong>de</strong>l edificio <strong>de</strong>l<br />

Ministerio <strong>de</strong>l Aire en Madrid, como <strong>de</strong>l pintor catalán José Mª Sert que se encargó <strong>de</strong><br />

pintar las techumbres. Aprovechó esta estancia balear para crear en Inca, a su costa, lo<br />

que fue entonces en España el primer Museo <strong>de</strong> la Piel.<br />

De regreso a Barcelona, como la humedad <strong>de</strong>l ambiente perjudicaba a la salud <strong>de</strong> su<br />

hijo Ramón, <strong>de</strong> nuevo retornó a Madrid a proseguir sus trabajos artísticos y <strong>de</strong><br />

restauración. Bien acomodado, y gozando <strong>de</strong> una <strong>de</strong>sahogada situación económica, hay<br />

que <strong>de</strong>cir que nunca perdió el aroma campesino <strong>de</strong> su infancia calamochina. Junto a su<br />

estudio disponía <strong>de</strong> un pequeño jardín, en el que gustaba cultivar personalmente<br />

patatas y otras plantas <strong>de</strong>l campo, como los bulbos <strong>de</strong> azafrán, que proporcionan las<br />

bellas flores moradas cuyos estigmas, acaso, recolectara <strong>de</strong> niño en las frías<br />

madrugadas <strong>de</strong> la otoñada turolense. Y también, como no, flores, rosas, que<br />

gustosamente regalaba luego cuando alguna señora se acercaba hasta su estudio. Aquí<br />

un sutil contrapunto a la aparente adustez <strong>de</strong> su carácter.<br />

Volviendo <strong>de</strong> nuevo a su querencia aragonesa, <strong>de</strong>cir que el año 41 regaló al cabildo <strong>de</strong>l<br />

Pilar <strong>de</strong> Zaragoza un bellísimo manto para la Virgen, <strong>de</strong> la que fue siempre gran <strong>de</strong>voto.<br />

Agra<strong>de</strong>cidos, cuando algún canónigo se enteraba, generalmente por la prensa, <strong>de</strong> que<br />

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