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joaquín escriche martin - Centro de Estudios del Jiloca

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Guiaba el Palomo en persona, quien tomó una vereda que sobre la Mina, por la torre<br />

llamada <strong>de</strong> las Almas, penetra en la ciudad, y era <strong>de</strong> admirar la astucia y seguridad con<br />

que aquel viejo caminaba entre lobregueces y precipios, sin permitir fumar ni toser á<br />

aquellos 400 hombres que formaban misterioso y ondulante rosario, <strong>de</strong>sfilaban <strong>de</strong>trás<br />

<strong>de</strong> su jefe con tanto silencio como or<strong>de</strong>n y penetraron en la plaza sin <strong>de</strong>spertar al<br />

enemigo y sin el menor tropiezo.<br />

Formó la fuerza el Palomo junto al callejon <strong>de</strong> Santa Lucía, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí fué<br />

distribuyendo á sus voluntarios en los puntos estratégicos para inutilizar á la guarnicicón<br />

en su resistencia, caso <strong>de</strong> intentarla. A su paso por la plaza <strong>de</strong> la Colegial, los carlistas<br />

tropezaron con una ronda volante o patrulla, compuesta <strong>de</strong> unos 50 voluntarios <strong>de</strong> la<br />

libertad, y mandada por el hoy magistrado <strong>de</strong> Murcia D. Manuel Gómez. Merced á la<br />

obscuridad gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> la noche pudieron los carlistas ro<strong>de</strong>arles y acercarse á la ronda,<br />

estrechando el cerco, sin ser vistos, cayendo el Palomo y su gente sobre los voluntarios<br />

<strong>de</strong> la libertad sin darles tiempo para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse ni ocasión para alarmar á Daroca<br />

haciendo fuego. Los 50 liberales quedaron inermes en el acto y custodiados por un<br />

centenar <strong>de</strong> carlistas: ni hubo resistencia, ni lucha, ni ruido.<br />

Por confi<strong>de</strong>ncia segura supo el Palomo que la guardia civil, tanto <strong>de</strong> infantería como<br />

<strong>de</strong> caballería, se albergaba en el parador ó gran posada <strong>de</strong> D. Félix Lozano, durmiendo á<br />

pierna suelta sin el menor recelo, y á la puerta <strong>de</strong> las cuadras que da á la calle <strong>de</strong><br />

Valcaliente se trasladó nuestro guerrillero con el grueso <strong>de</strong> su fuerza, ocupándola<br />

militarmente, y arrojándose en seguida sobre otra puerta <strong>de</strong> escape recayente al<br />

callejón <strong>de</strong>l Horno, franqueáronla á hachazos, y con sus trabucaires se precipitó por ella,<br />

subiendo á la cocina <strong>de</strong> la posada, don<strong>de</strong> encontró dormidos á dos criados, uno en cada<br />

banco.<br />

Por éstos supo que el jefe <strong>de</strong>l puesto <strong>de</strong> la guardia civil Crisóstomo Moreno dormía<br />

allí mismo, y, tras breves forcejeos, bajo palabra <strong>de</strong> respetarles la vida, <strong>de</strong> <strong>de</strong>jarlos en<br />

libertad, eso sí, tras apropiarse <strong>de</strong> los caballos, equipo y armamento, finalmente se<br />

entregaron a los asaltantes. Pero volvamos a la narración novelada <strong>de</strong> los hechos.<br />

Avanzaba la noche, cundía la alarma y últimamente se enteraron <strong>de</strong> todo los<br />

<strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> los muros y <strong>de</strong> las puertas Alta y Baja. Entabló el Palomo negociaciones<br />

para que se rindieran, como acababan <strong>de</strong> hacerlo los guardias y voluntarios<br />

sorprendidos en la parte baja <strong>de</strong> la ciudad; pero <strong>de</strong> repente sonó un tiro, sin que se<br />

sepa si salió <strong>de</strong>l campo liberal ó <strong>de</strong>l carlista, y tan horroroso y general fué el fuego que<br />

hicieron las fuerzas <strong>de</strong>l Palomo sobre los fuertes, que el primero que los abandonó,<br />

huyendo á ocultarse en alguna casa <strong>de</strong> la población, fué el comandante <strong>de</strong> infantería D.<br />

Andrés Cruz, hijo <strong>de</strong> Daroca, y tras él los <strong>de</strong>más <strong>de</strong>fensores, escondiéndose unos y<br />

huyendo fuera <strong>de</strong> la ciudad otros para no entregar el armamento.<br />

Para reafirmar la veracidad <strong>de</strong> la narración Polo y Peyrolón acota al pie <strong>de</strong> la página:<br />

Refiere Pirala esta sorpresa, en el fondo, tal como acaeció, pero omitiendo <strong>de</strong>talles y<br />

quitándole importancia. Tal como relatada queda la llevó á feliz término D. Pedro Calvo,<br />

ayudante <strong>de</strong> Marco, tan prestigioso y conocedor <strong>de</strong>l país como valiente y sereno que<br />

resi<strong>de</strong> actualmente en Báguena. Es <strong>de</strong>cir, que en la acción <strong>de</strong> Daroca el Palomo<br />

representaba a este carlista baguenense, gran conocedor <strong>de</strong>l terreno que pisaba por<br />

haber sido colegial durante algunos años <strong>de</strong> los escolapios <strong>de</strong> Daroca.<br />

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