shogren-comentario-sobre-1-corintios

es meramente una existencia espiritual continua mientras el cuerpo sigue su
descomposición.
Se ha señalado que hay una simetría bonita en la carta: Pablo desarrolla la crucifixión al
inicio, pero la enmarca con la resurrección aquí. Esto es verdad, pero debemos mantener
en mente la razón de eso: no es porque Pablo necesita enseñarles que Cristo murió en una
cruz, ni que resucitó al tercer día – eso se sabe y se cree. Lo que tiene que decirles es que
un enfoque en la cruz provocará que mucha de su arrogancia se evapore; y que, por otra
parte, su distorsión filosófica de la escatología también halla su respuesta en un punto
fundamental del evangelio.
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Esta lista de testigos de la resurrección de Jesús tiene poca semejanza con cualquiera de
los evangelios, y parece seguir una lógica interna propia. Lo que falta es una referencia a
María y a las otras mujeres. Más bien es a los apóstoles a quienes Jesús se aparece:
apareció a Cefas no se menciona como tal en los evangelios; solo con cierta dificultad
consideramos esto como un alusión al evento de Juan 21:7. El nombre arameo del apóstol
Pedro se emplea aquí, lo cual podría indicar que se trata de palabras paulinas – él prefiere
“Cefas” y usa “Pedro” solo en Gálatas 2:7-8 – o simplemente que la tradición también
usaba el nombre arameo. Los corintios conocían personalmente – a Cefas y a Pablo – por
lo menos dos testigos independientes de la resurrección. Y resulta impresionante que, a la
luz de 1:11-12, Pablo y Cefas se mantuvieran no como competidores sino como testigos
de la misma verdad.
y luego a los doce podría parecer confuso a quienes recuerdan que Judas ya había muerto
cuando Jesús se apareció a los discípulos. ¿No deja eso solo “los once,” como en efecto
aparece en algunos manuscritos ¿Y qué hay de la aparición a tan solo diez la vez cuando
Tomás estaba ausente Juan 20:19-23) Algunos (ej. Crisóstomo) han argumentado que
Matías, a quien luego se llamaría apóstol, era uno de esos testigos. No importa, dado que
el punto paulino no es un asunto matemático. Es preferible creer que “los doce”
rápidamente llegó a convertirse en un título para el grupo, aun cuando por alguna
situación faltara uno en algún momento (véase por ejemplo Hechos 6:2; también
Apocalipsis 21:14). Otra vez, esta aparición puede agregarse a cualquiera de los relatos
del evangelio con dificultad.
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Tomado en su contexto histórico, Pablo hace ahora su propia una adición inesperada: no
solo al círculo íntimo se apareció Jesús, sino en efecto a una multitud de gente. No
sabemos quiénes eran los más de quinientos hermanos a la vez, aunque detrás puede
haber una referencia a Mateo 28:17. 408 Seamos cual cristal claro acerca de las
implicaciones de la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos han
408 Allo es firme en que Mateo 28:17 es el paralelo auténtico para este versículo. En otra dirección, algunos
han especulado que Sóstenes (1:1) fue uno de los 500, aunque cómo encajaría esto con un Sóstenes como
líder de la sinagoga en Hechos 18:17 queda por verse.