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shogren-comentario-sobre-1-corintios

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como los otros grupos, “porque con ello implícitamente negaban a los otros, haciendo a<br />

Cristo cabeza de una facción de la Iglesia en lugar de cabeza de la iglesia entera.” 59<br />

No es una peculiaridad doctrinal lo que perturba a Pablo, 60 sino el hecho de que los<br />

cristianos quienes participan de un Espíritu (12:13) fomentaran tal partidismo. Este es el<br />

error fundamental de los <strong>corintios</strong>. 61<br />

¿Deben los líderes cristianos prestar oído a los chismes<br />

1:11<br />

Cambiamos a un aspecto delicado del ministerio cristiano. Si un pastor o líder<br />

personalmente descubre que alguien está en pecado, él o ella puede acercarse al ofensor<br />

naturalmente y tratar de cumplir lo dicho por Pablo en Gálatas 6:1 – “Hermanos, si<br />

alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con<br />

una actitud humilde.” Pero lo que generalmente ocurre no es así de claro. Un miembro<br />

de la congregación, por ejemplo, está abusando del licor. No es él quien se lo dice al<br />

pastor, ni su esposa, ni sus hijos; el pastor nunca lo descubre embriagado. Pero el pastor<br />

se entera por medio de su propia esposa que ha obtenido la información de cuarta o<br />

quinta mano: Juan está bebiendo y actuando violentamente con su familia. Puede perder<br />

el empleo. Su conducta daña el testimonio del evangelio.<br />

El pastor ahora cuenta con información que puede ser exacta o no. Cree que debería<br />

hacer algo. El medio de comunicación es corrupto: él sabe lo que sabe porque alguien<br />

ha corrido un chisme. Esto lo pone en una posición incómoda:<br />

1. Podría ignorar lo que ha oído y predicar un sermón en contra del chisme, pero si Juan<br />

en realidad tiene problemas, no obtendrá ayuda.<br />

2. Podría preguntar a los amigos y a los familiares de Juan, aunque quizá aumentaría el<br />

chisme y probablemente Juan oirá del interrogatorio.<br />

3. Podría preguntarle a Juan directamente si lo que ha oído es verdad. El problema es<br />

que esto haga que Juan se enoje contra los hermanos chismosos, no importa si la<br />

situación es verdad o no.<br />

4. Podría pedirle a su propia esposa que le diga a quien le contó eso, y así<br />

sucesivamente, que en vez de hablar de Juan entre ellos, buscaran la manera de<br />

ayudarle. Pero, ¿qué pasa si la esposa de Juan le contó a uno de sus amigas a causa de<br />

su desesperación – esa amiga no debe confrontar a Juan, o, ¿sí debería<br />

59 Crisóstomo 3.5 (Bray, p. 46). Cf. también Allo.<br />

60 Tal y como lo muestran Grosheide, p. 41; Thistleton pp. 115-20; Fee.<br />

61 Cf. Conzelmann; además L. L. Welborn, Politics and rhetoric in the Corinthian epistles, Mercer, Macon,<br />

GA, 1997, quien sostiene que “Yo soy de...” se considera lenguaje político común del ambiente<br />

grecorromano. Welborn cita un paralelo claro hallado en Quintiliano 2.11.1-2: “Alius percontanti<br />

Theodoreus an Apollodoreus esset (Otra persona, cuando le pidieron si era de Teodoro o de Apolodoro)”<br />

respondió “egone...parmularius (Yo Yo soy de Parmularo!).”

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