11.07.2015 Views

e-book_violencia_derechos_humanos_y_seguridad_ciudadana

e-book_violencia_derechos_humanos_y_seguridad_ciudadana

e-book_violencia_derechos_humanos_y_seguridad_ciudadana

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

es del Estado, transfiere a las Fuerzas Armadas responsabilidadesen la salvaguarda del régimen político, incluso en la custodia de laselecciones. Pero, lo más importante en este vínculo es su alto poderdisuasivo en la sociedad, que no desconoce la alianza existente entreel bipartidismo y los militares. De hecho, la legitimidad institucionalde las Fuerzas Armadas fue sancionada por el bipartidismo quecondujo el pacto político por el que se decretó la Constitución de1957, que convirtió a los militares en fieles de la balanza política,convirtiéndolos además en alternativa a todo disenso en torno a ladirección del Estado.El vínculo filial, con altos y bajos, se consolidó en el últimomedio siglo a través de una lucrativa retroalimentación, tan funcionalque cuando los gobiernos militares se agotaron en los últimosaños de la década de 1970, el poder formal volvió al bipartidismo,a cambio de una enorme cuota de poder para los militares en losprimeros gobiernos civiles de la transición política iniciada en1982.Tras el golpe de Estado de 2009, que unió a los sectores másconservadores del bipartidismo y las Fuerzas Armadas contra elpresidente Zelaya Rosales, los militares fueron el blanco predilectode las reacciones adversas al golpe de Estado, por lo que ahorase sospecha que cada nueva cuota de poder que se le concede alas Fuerzas Armadas —por ejemplo el Batallón Tigres y la PolicíaMilitar—, son un reconocimiento a su participación decisiva en elgolpe de Estado de 2009. Nuevamente, la política se presenta comocontinuación de la <strong>violencia</strong> por los medios de siempre.El mayor efecto de la connivencia político-militar no estriba únicamenteen la continuación efectiva y cotidiana de la militarizaciónde la sociedad, sino en el convencimiento, ampliamente extendidoen la sociedad, de que la dictadura bipartidista o la dictadura militarforman parte de su destino. Esta alianza consolida, además,el vínculo entre política y <strong>violencia</strong>, que sigue intermediando lasrelaciones sociales y políticas. En este contexto, todo esfuerzo porinstitucionalizar una democracia política y social, o para crear unEstado de derecho efectivo, naufraga ante el cerco político y militarque impide todo avance sustancial en estas materias.114

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!