Clifford D. Simak - Edocr

Webster.
Joe se encogió de hombros.
—No tengo notas.
—¡No tiene notas!
El hombre delgado se acercó a la colonia de hormigas, y se detuvo
cabizbajo ante ella.
—Quizá —declaró— se preguntó por qué hice esto.
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Grant movió gravemente la cabeza.
—Sí, me lo he preguntado. Curiosidad experimental, me imagino.
Quizá también
compasión hacia una forma primitiva de vida. La idea,
probablemente, de que aunque el
hombre se haya lanzado a la carrera con ventaja, no tiene por qué
monopolizar el
progreso.
Joe entrecerró los ojos a la luz del sol.
—Curiosidad... es probable. No lo había pensado.
Joe se agachó junto a la colonia de hormigas.
—¿Se preguntó alguna vez por qué luego de avanzar tanto las
hormigas se detuvieron?
¿Por qué luego de construir una organización social casi perfecta
no trataron de seguir
adelante? ¿Por qué se pararon a mitad de camino?
—La presión del hambre, por una parte —dijo Grant.
—Eso, y las invernadas —declaró el hombre delgado—. Los
inviernos, sabrá usted,
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