09.05.2013 Views

Clifford D. Simak - Edocr

Clifford D. Simak - Edocr

Clifford D. Simak - Edocr

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

aro que le erizó rápidamente la piel, en un éxtasis casi<br />

insoportable.<br />

Miró rápidamente por encima del hombro, pero nada se movía.<br />

Jenkins estaba en la sala<br />

explicándoles a los perros cómo debían portarse, y Sombra estaba<br />

afuera, ocupado en<br />

algún asunto de robots.<br />

130<br />

Suave, cuidadosamente, Ebenezer empujó con el hocico, y la<br />

puerta se abrió un poco<br />

más. Otro empujón, y quedó medio abierta.<br />

El hombre estaba sentado frente a la chimenea, en un sillón,<br />

cruzado de piernas, las<br />

manos juntas sobre el estomago.<br />

Ebenezer se apretó todavía más contra el suelo, y dejó escapar,<br />

involuntariamente, un<br />

débil quejido.<br />

Jon Webster se incorporó con rapidez.<br />

—¿Quién anda ahí? —preguntó.<br />

Ebenezer, helado, se apretó contra la puerta, con el corazón en la<br />

boca.<br />

—¿Quién anda ahí? —repitió Webster, y entonces vio al perro.<br />

Cuando volvió a hablar su voz era más suave.<br />

—Adelante, amigo. Adelante.<br />

Ebenezer no se movió.<br />

Webster chasqueó los dedos.<br />

—No te haré daño. Acércate. ¿Dónde están los otros?<br />

253

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!