09.05.2013 Views

Clifford D. Simak - Edocr

Clifford D. Simak - Edocr

Clifford D. Simak - Edocr

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

cerebro, afilado como un cuchillo, clasificándolas con cuidado.<br />

Y conocía algunas, y otras eran un misterio, y otras una sospecha.<br />

Pero había una que lo<br />

aterrorizaba.<br />

Se apretó aún más contra el suelo y alzó la fea cabeza, recta y<br />

chata, y cerró sus<br />

sentidos a los estímulos de la noche, concentrándose en lo que<br />

estaba subiendo por la<br />

colina.<br />

Eran dos y distintos. Un gruñido le nació en la mente, y le burbujeó<br />

en la garganta, y el<br />

cuerpo tenue se le puso en tensión ante lo que era mitad esperanza<br />

y mitad terror<br />

desconocido.<br />

Se alzó del suelo y flotó colina abajo, tratando solapadamente de<br />

interceptar el camino de<br />

los dos que subían.<br />

Jenkins era joven otra vez, joven y fuerte y ligero, ligero de cuerpo y<br />

de mente. Ligero<br />

para caminar entre las colinas nocturnas, barridas por el viento.<br />

Ligero para oír la charla<br />

de las hojas y el soñoliento piar de los pájaros... y más aún.<br />

Sí, mucho más, reconoció.<br />

El cuerpo era una joya. Un martillazo no podía abollarlo, y no se<br />

oxidaría nunca. Pero eso<br />

no era todo.<br />

Nunca me figuré que un cuerpo nuevo representase tantas<br />

diferencias, pensó. No me<br />

307

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!