09.05.2013 Views

Clifford D. Simak - Edocr

Clifford D. Simak - Edocr

Clifford D. Simak - Edocr

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

pequeña felicidad de los ratoncitos traviesos; los pequeños<br />

pensamientos informes y<br />

blandos de los felices ratoncitos.<br />

Una comadreja se irguió un momento en un tronco caído, y en la<br />

mente del animal había<br />

maldad, maldad al pensar en los ratones, al recordar los viejos días<br />

cuando las<br />

comadrejas se alimentaban de ratones. Sed de sangre, y miedo.<br />

Miedo de lo que harían<br />

los perros si mataba a un ratón, miedo de los mil ojos que vigilaban<br />

la reaparición del<br />

crimen.<br />

Pero un hombre había matado. Una comadreja no se atrevía a<br />

matar. Y un hombre había<br />

matado. Sin intención, quizá sin malicia. Pero había matado y los<br />

Cánones decían que no<br />

había que matar.<br />

En el pasado otros habían matado y habían sufrido su castigo. Y el<br />

hombre tenía que ser<br />

castigado también. Pero eso no bastaba. El castigo solo no<br />

ayudaría a encontrar la<br />

respuesta. Ésta no tenía relación con un solo hombre, sino con<br />

todos los hombres, la raza<br />

entera. Pues lo que uno de ellos había hecho, podían hacerlo todos.<br />

Y no sólo podían,<br />

162<br />

sino que se verían arrastrados a hacerlo, pues eran hombres, y los<br />

hombres habían<br />

matado antes, y volverían a matar.<br />

313

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!