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murphy,jerome - pabl.. - 10

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172 PABLO, SU HISTORIA<br />

gado a ser líder del grupo de Jerusalén. En cierto modo,<br />

su carrera se asemejaba a la de Pablo. Al comienzo, ambos<br />

se habían mostrado hostiles al ministerio de Jesús: Santiago<br />

en vida de Jesús (Jn 7,5), y Pablo tras escuchar el<br />

evangelio por primera vez. Ambos se convirtieron al ser<br />

testigos de una aparición de Cristo posterior a la resurrección<br />

(ICor 15,7-8). Debido a su fuerte carácter, ambos<br />

llegaron a ocupar puestos de autoridad en el movimiento<br />

cristiano. Claro que el parentesco familiar de Santiago con<br />

Jesús no debió de ser impedimento alguno para que aquel<br />

escalara puestos en la jerarquía de la Iglesia. El sucesor de<br />

Santiago en la dirección de la iglesia de Jerusalén, Simeón,<br />

era primo de Jesús (era hijo de su tío Cleofás, el hermano<br />

de José).<br />

Santiago no era tan cosmopolita como Pablo. Era<br />

vecino de Galilea y no había viajado más lejos de Jerusalén.<br />

Siempre había vivido al abrigo de una mayoría de<br />

población judía. En consecuencia, continuó su vida como<br />

judío sin cuestionarse ningún precepto, incluso después de<br />

aceptar a Jesús como Mesías. El bautismo y la eucaristía,<br />

como rito y como acto social en torno a una mesa, eran<br />

más añadidos familiares al culto que sustituciones radicales<br />

o subversivas. Pablo sólo tenía razones para pensar que<br />

Santiago era la cabeza pensante de los jerosolimitanos,<br />

el grupo que había perturbado la misión de Antioquía<br />

insistiendo en que los cristianos de origen pagano debían<br />

convertirse antes al judaismo.<br />

Santiago estaba completamente de acuerdo con todos<br />

los argumentos que sus seguidores ya habían expuesto<br />

en Antioquía. No es descartable incluso que intentara<br />

añadir otros: algunas profecías del Antiguo Testamento,<br />

por ejemplo, hablaban de la era del Mesías como la<br />

época en que todo el mundo pagano vendría sumiso en<br />

ANTIOQUÍA Y JERUSALÉN 173<br />

peregrinación a Jerusalén (Is 60-62). Santiago llamaría la<br />

atención sobre las palabras que el profeta pone en boca<br />

de los paganos: «Venid, subamos al monte del Señor, a la<br />

casa del Dios de Jacob, para que nos enseñe sus caminos<br />

y caminemos por sus sendas, pues de Sión saldrá la ley de<br />

Jerusalén, la palabra del Señor» (Is 2,3). Dado que Jesús<br />

había inaugurado la era del Mesías (sostendría Santiago),<br />

ahora era el momento para que los gentiles que reconocieran<br />

a Jesús como el Mesías aceptaran la ley.<br />

De alguna forma, estas premisas conciliaban las posturas<br />

de Santiago y Pablo, pues no olvidemos que este<br />

último basaba su posición de desobediencia a la ley en el<br />

hecho de que Jesús era el Mesías. Desde otro punto de<br />

vista, el argumento alejaba las posturas de ambos hasta<br />

extremos opuestos. Pero esto último nunca ocurrió. Pablo<br />

se mantuvo firme y Santiago, de forma asombrosa, estuvo<br />

de acuerdo en que Tito no debía ser circuncidado (Gal<br />

2,3). La decisión libró a todos los conversos paganos del<br />

yugo de la ley y dejó establecido, si bien de forma implícita,<br />

que lo único necesario para la conversión era la fe en<br />

Jesús 2 .<br />

¿Por qué Santiago estuvo de acuerdo con Pablo?<br />

Incluso en el improbable caso de que Pablo hiciera uso de<br />

todos los recursos retóricos a su alcance, no puedo creer<br />

que fuera tan ingenuo como para creer que Santiago había<br />

2 Sobre las dificultades de usar He 15 como crónica del encuentro de las delegaciones<br />

de Antioquía y Jerusalén, cf M.-E BOISMARD-A. LAMOUILLE, Les Actes des deux<br />

apotres, Études bibliques, nouvelle serie 12-14, Gabalda París 1990, 2, 279-285, 361-<br />

363; 3, 195-205; J. TAYLOR, Les Actes des deux apotres, Études bibliques, nouvelle serie<br />

23, Gabalda, París 1994, 5, 197-225; The Jerusalem Decrees (Acts 15,20.29 and 21,25)<br />

andtheIncidentatAntioch (Ga2,ll-14), NewTestament Studies 47 (2001) 372-380.

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