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murphy,jerome - pabl.. - 10

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218 PABLO, SU HISTORIA<br />

desesperación (Gal 4,11) en grandes cantidades. Aun así,<br />

el sentimiento dominante es de ira contenida.<br />

Pablo tenía claro que la situación era demasiado seria<br />

como para justificar una explosión de ira. Eso sólo serviría<br />

para calmar sus sentimientos. Ventilar su cólera con<br />

unos gálatas perplejos sería poner a estos en manos de sus<br />

adversarios; la admonición suele ser signo de culpabilidad.<br />

Lo único que podía hacer, pensó Pablo, era dar una<br />

respuesta meditada (y muy trabajada) a todos y cada uno<br />

de los argumentos que se habían propuesto contra él. No<br />

se trataba sólo de reafirmar la verdad de su evangelio ante<br />

los gálatas; no. Los intrusos estarían todavía en Galacia<br />

(Gal 1,7; 5,<strong>10</strong>), así que lo mejor era persuadir a estos de<br />

que su perspectiva evangélica no estaba tan bien fundada<br />

como imaginaban.<br />

Aunque dirigida a los gálatas, era inevitable que la<br />

delegación también leyera la carta de Pablo. El apóstol<br />

era consciente de ello. Es más, convirtió la circunstancia<br />

en base de su estrategia. Es inevitable que se dirija a los<br />

gálatas, pero su verdadero público era la delegación antioquena.<br />

Si su presencia en Galacia era el primer paso de<br />

una estrategia global para recuperar a las que consideraba<br />

sus iglesias filiales, Pablo no podía contentarse tratando de<br />

aplacar la inquietud y separando a los gálatas de la delegación<br />

judaizante. Debía ir a la raíz del problema y desarrollar<br />

una solución duradera. El único modo de impedir<br />

el avance de los antioquenos en su territorio (y ya de paso<br />

asegurar permanentemente el futuro de los gálatas) era<br />

socavar las convicciones de la delegación judaizante. Así,<br />

Pablo tomó la crucial decisión de concentrarse en aquellos,<br />

dejando a los gálatas en un discreto segundo plano.<br />

La recuperación de estos últimos sería un producto derivado<br />

directamente de la derrota de aquellos.<br />

PRIMER AÑO EN ÉFESO 219<br />

Pablo no podía esperar que los gálatas, conversos paganos<br />

(Gal 4,8), asimilaran la fuerza de unos argumentos<br />

que dependían, en buena medida, de un conocimiento<br />

detallado de la historia judía. Unos ataques tan calculados<br />

como los que contiene la Carta a los gálatas sólo<br />

podrían estar concebidos para sumir a los intrusos en la<br />

confusión. La consternación resultante habría de constituir<br />

un argumento bastante persuasivo en lo tocante a<br />

los gálatas. Contaba con reestablecer su autoridad sobre<br />

aquellos dejando en silencio a los cristianos judaizantes.<br />

Y si los gálatas entendían la dirección de su argumento,<br />

pues mejor todavía. Además, la evocación de su propia<br />

conversión habría de mantener a los gálatas al tanto de<br />

todo. Estos sí podían entender la fuerza de un llamamiento<br />

como ese. Igual que los intrusos, por otra parte,<br />

cuya conversión al cristianismo no tuvo, en absoluto, nada<br />

que ver con la ley mosaica.<br />

La complejidad de esta aproximación a una situación<br />

tan peligrosamente voluble confirma dos extremos que<br />

ya hemos comentado: por una parte, que Pablo conocía,<br />

al detalle, los argumentos de sus oponentes y, por<br />

otra, la capacidad y formación intelectual de nuestro<br />

protagonista. Sólo alguien totalmente convencido de<br />

sus habilidades retóricas y literarias intentaría llevar a<br />

cabo una estrategia tan delicada... ¡por carta! Habría sido<br />

mucho más fácil actuar en persona. ¿Por qué no tomó<br />

esta última opción? ¿Por qué no fue él mismo a Galacia?<br />

Esto sólo pudo deberse a que alguna circunstancia hacía<br />

imposible su viaje a Galacia (Gal 4,20). Quizá ya habían<br />

comenzado los movimientos que más tarde habrían de<br />

dar lugar a su encarcelamiento en Éfeso (en cuyo caso, la<br />

huida habría sido vista como prueba de su evidencia). O<br />

puede también que Pablo tuviera problemas importantes

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