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80 PABLO, SU HISTORIA<br />
a convertirse. Si, como parece probable, la mayoría de los<br />
conversos de origen gentil de Antioquía surgieron de entre<br />
esos «temerosos de Dios», es fácil comprender que hicieran<br />
esa pequeña concesión en cuanto a la comida se refiere<br />
para favorecer el vínculo de unión con el resto de cristianos,<br />
los conversos de origen judío. En la práctica, lo único<br />
que debían hacer era comprar en las tiendas judías cuando<br />
tuvieran invitados judíos. Seguro que era más caro, como<br />
ocurre con todos los productos de especial manufactura,<br />
pero la pureza legal del producto estaba garantizada. Así,<br />
los invitados estarían tranquilos.<br />
Otro cambio de opinión acerca de la ley<br />
En lugar de responder con admiración incondicional a la<br />
inmensa buena voluntad de ambas partes, que hacía posible<br />
este tipo de arreglo, la reacción de Pablo fue ambivalente.<br />
Por una parte, Pablo reconocía que los cristianos de Antioquía<br />
vivían según los preceptos básicos del amor al prójimo.<br />
Pero, por otra, desde que se encontró con Jesús, Pablo<br />
sentía que la ley por la cual se regían los conversos judíos<br />
no tenía ninguna autoridad sobre los cristianos. A su modo<br />
de ver, el problema no existía, por tanto los esfuerzos que se<br />
dedicaban a resolver dicho problema eran en vano.<br />
Sea como fuere, Pablo aceptó la situación, mostrando<br />
así que, de nuevo, había cambiado su visión particular<br />
de la ley. Siendo estudiante en Tarso, la ley suponía para<br />
Pablo una fuente de orgullo, pero también de vergüenza,<br />
propia y ajena. Más tarde, cuando profesó el fariseísmo en<br />
Jerusalén, su compromiso hacia la ley fue absoluto. Tras<br />
convertirse al cristianismo, Pablo se convenció de que la<br />
ley era totalmente irrelevante en lo concerniente a la sal-<br />
APRENDIZAJE EN ANTIOQUIA 81<br />
vación. Ahora, en Antioquía, Pablo toleraba la ley, pues<br />
comprendía su utilidad como seña de identidad étnica.<br />
Con todo, en lo que a Pablo atañía, las señas de identidad<br />
no tenían ninguna importancia, y, si por él fuera, podían<br />
reducirse al vestido y/o al tocado. Dichas muestras eran<br />
suficientes para distinguir los segmentos de población<br />
según sus distintos orígenes étnicos.<br />
De ese modo, Pablo se hizo consciente de que apoyar a<br />
la ley, aunque fuera mínimamente, en la comunidad cristiana,<br />
suponía una invitación hacia el desastre. Su posición<br />
final en la ley es que no debía permitirse que los judíos<br />
conversos al cristianismo la obedecieran (He 21,21). Pero<br />
esto no se llevaría a cabo hasta mucho tiempo después.<br />
Misiones desde Antioquía<br />
Dado el grado de caridad que animaba las relaciones<br />
internas de la iglesia de Antioquía, se esperaba que alguien<br />
lo predicase. La consecuencia natural de que todos los<br />
miembros quisieran compartir su amor hacia el prójimo<br />
es que también quisieran compartir la buena nueva con<br />
los extranjeros.<br />
La única narración de que disponemos del primer viaje<br />
apostólico que Pablo hizo desde Antioquía se halla en el<br />
libro de los Hechos (13-14). Lucas cuenta que Pablo y<br />
Bernabé viajaron primero a Chipre y que desde allí se<br />
trasladaron a la parte meridional de Asia Menor central.<br />
Un análisis cuidadoso de esta narración revela tantos<br />
hechos improbables que el lector sólo puede cuestionar su<br />
confianza en el narrador 5 . Sólo se puede especular sobre<br />
5 La complejidad de estos capítulos recibe un cuidadoso análisis por parte de M.-E<br />
BOISMARD-A. LAMOUILLE, Les Actes des deux apotres, Études bibliques, nouvelle serie