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murphy,jerome - pabl.. - 10

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8 PABLO, SU HISTORIA<br />

tarse en diversas situaciones, la complejidad de algunas<br />

de sus cartas, etc.) se dan por supuestos en el presente<br />

volumen sin necesidad de más pruebas.<br />

Hoy en día, sin embargo, percibo estos «hechos»<br />

como partes constitutivas de un esqueleto mayor (muy<br />

bien conservado, por cierto). La calavera y los huesos<br />

están ahí; ya han sido medidos y definidos; son fuertes<br />

y robustos. Pero no se mueven. En el presente volumen<br />

quiero dar vida a esos huesos cubriéndolos de carne e<br />

insuflándoles aliento. Pablo se ha convertido en el héroe<br />

de la historia.<br />

Por ello, he reconstruido su vida con el suficiente detalle<br />

como para darle consistencia y color, además de recapitular<br />

los hechos en orden cronológico. El único modo de<br />

dar sentido a la vida de Pablo como persona consiste en<br />

elaborar una sólida línea narrativa. Por fuerza, gran parte<br />

de lo que se narra es hipotético e incluso se completa con<br />

la imaginación. Pero, en cualquier caso, la hipótesis que se<br />

maneja siempre es la más probable y la información que<br />

proporcionan fuentes y monumentos contemporáneos, y<br />

mi propia experiencia en los lugares que visitó el propio<br />

Pablo han controlado mi imaginación.<br />

Al contrario que en el caso de Lucas, no pongo discursos<br />

en boca de Pablo, si bien me preocupo por lo que este<br />

pudo haber pensado o sentido. El control, en este caso, lo<br />

pone el mero sentido común. Pablo debió de reflexionar<br />

bien las cosas antes de tomar cualquier decisión. Así, en<br />

ocasiones lo presento sopesando posibilidades, a menudo<br />

en el contexto de un proceso de cambio hacia una nueva<br />

situación. Pero también podía ser impulsivo, e incluso<br />

cometer errores de estrategia o de táctica. En tales casos,<br />

intento explicar por qué salieron mal las cosas y cómo<br />

Pablo trató de evitar los mismos errores en el futuro.<br />

PRÓLOGO 9<br />

Doy también por sentado que Pablo era una persona<br />

normal en lo que respecta a sus respuestas a los estímulos<br />

externos. Por ello, al verme yo mismo conmovido por<br />

la extraordinaria belleza del Monte Casio al amanecer,<br />

debo suponer que el corazón de Pablo también se elevó<br />

al dirigirse hacia Antioquía. La visión de la calle principal<br />

de Pesino, construida sobre el lecho de un río (y siempre<br />

inundada, por fuerza, durante las fuertes lluvias) me<br />

habría dejado del todo estupefacto; por tanto, imagino<br />

que Pablo debió rascarse varias veces la cabeza de asombro<br />

durante el invierno que pasó entre los gálatas. ¡Así no se<br />

hacían las cosas en casa, en Antioquía! Los celtas eran, sin<br />

duda, tipos muy raros.<br />

Un rasgo característico de este libro es el énfasis que<br />

pongo en los tiempos y las distancias. He sacado estas<br />

últimas del Barrington Atlas of the Greek and Román<br />

World (Princeton University Press, Princeton 2000), al<br />

cual hago referencia siempre que es posible. Con todo, su<br />

escala es tan amplia, y los mapas están tan bien dibujados<br />

y coloreados que casi se podría ver el terreno por el que<br />

viajó Pablo. Mi intención es mostrar al lector que todo<br />

duraba mucho más en los tiempos de Pablo. Necesitamos<br />

frenarnos de forma radical para poder apreciar el ritmo de<br />

su vida. Tenemos tendencia a pensar que los viajes y las<br />

comunicaciones eran algo más lentos entonces, pero, de<br />

hecho, había una diferencia muy importante en términos<br />

cuantitativos, lo cual tenía, por supuesto, una notable<br />

repercusión en la calidad de la comunicación.<br />

Sólo en el momento en que nos damos cuenta de que<br />

Pablo, o uno de sus mensajeros, podía recorrer con suerte<br />

treinta y dos kilómetros al día (una cifra que se estima<br />

teniendo en cuenta enfermedades, heridas, mal tiempo,<br />

asaltos de bandidos y lobos por los caminos, o la nece-

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