Cinismos Retrato De Los Filosofos Llamados Perros.pdf
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Breve teoría del escándalo<br />
a un país y una historia, a un lugar y un tiempo. Nada tendría<br />
valor para la totalidad del universo independientemente<br />
de las fronteras. Las prohibiciones, al igual que las<br />
verdades, son relativas. Lo que es certeza aquí, es duda<br />
allá y error en otra parte. También hay que rendirse ante<br />
la evidencia: los cínicos, por más que se burlen de la civilización,<br />
no elogian la incultura. Conocen las prácticas y<br />
costumbres de países extranjeros llamados por entonces<br />
bárbaros. Bien informados, se apoyan en testimonios que<br />
les penniten negar la existencia, por ejemplo, de una proliibición<br />
general del incesto o del canibalismo. Sólo las costumbres,<br />
las tradiciones y los usos se cristalizan; de verdades<br />
relativas pasan a ser considerados verdades generales<br />
y a ser reverenciados como tales.<br />
Al socavar así la confianza en las mitologías elementales<br />
de la civilización, ;se proponía Diógenes algo más<br />
que la provocación Imaginemos un ámbito social a la<br />
medida de Diógenes: una sexualidad generalizada que ignora<br />
las interdicciones, una concepción desesperanzada<br />
y materialista de la muerte que incita a ocuparse de lo<br />
que precede a la defunción en lugar de inquietarse con lo<br />
que vendrá después. "Se derriban las grandes prohibiciones.<br />
Se lleva la desconstrucción de la sociedad hasta la<br />
tierra virgen, allí donde el cínico encuentra al individuo<br />
en estado puro, antes de la existencia de la sociedad, más<br />
allá de toda vida grupal.""<br />
Recordemos, sin embargo, que Diógenes vomitó la<br />
carne cruda que trataba de ingerir, que nadie lo vio devorar<br />
carne humana ni llevarse a su propia madre a la cama,<br />
así como no pudo sorprendérselo haciendo el elogio<br />
del crimen, de la violación o de todo lo que supondría la<br />
la voluntad manifiesta de destruir a otro. Diógenes care-<br />
35. Détienne, op. cit., pág. 154.<br />
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