Cinismos Retrato De Los Filosofos Llamados Perros.pdf
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Prefacio<br />
nuestros días. Entonces yo tenía poco más de veinte años<br />
y él me propuso escribir el volumen dedicado al período<br />
medieval. Como ignoraba todo del latín, del período y de<br />
sus filósofos, me vi obligado a declinar el ofrecimiento,<br />
aunque me sentí orgulloso de que se me considerara digno<br />
de tal empresa. La infancia y la adolescencia de la que<br />
acababa de salir habían estado colmadas de malos augurios<br />
abocados a persuadirme del carácter gratuito de mi<br />
existencia.<br />
Había sido formado por curas deshonestos, degradados<br />
por los vicios y fanáticos de un sadismo avaro. Uno<br />
arrastraba siempre consigo olores repugnantes de suciedad,<br />
otro nunca perdía la ocasión de prodigar caricias<br />
untuosas o gestos de pederasta, un tercero sólo se<br />
expresaba mediante eructos, vociferaciones y aullidos<br />
que solía amenizar con golpes propinados según la gravedad<br />
de sus crisis. Todos compartían la devoción por<br />
el ideal ascético y no se abstenían de ningún recurso para<br />
destilar mala conciencia y culpabilidad. La pensión<br />
invitaba a las prácticas solitarias de la sexualidad, y las<br />
sesiones del confesionario -durante las cuales yo tenía<br />
la costumbre de leer la lista casi completa de mis pecados<br />
para evitar la desdicha de olvidar alguno- prometían<br />
a los pequeños onanistas que éramos entonces un<br />
caos genético, una mutación de nuestra especie. Por lo<br />
demás, su labor trataba de inspirar el temor y el terror<br />
del más allá, la sumisión a las autoridades y el sacrificio<br />
a los lugares comunes de todos los tiempos.<br />
El único libro que habían conocido aquellos curas y<br />
que habían tiznado de grasa y suciedad era el breviario.<br />
Regularmente teníamos derecho a alguna decocción de<br />
este brebaje, primero indigerible y muy pronto diurético<br />
y carminativo. La ventaja que ofrecía semejante pedagogía<br />
consistía en formar inadvertidamente a los anticleri-<br />
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