Cinismos Retrato De Los Filosofos Llamados Perros.pdf
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Prefacio<br />
chos ademanes. <strong>De</strong>sde que salía del aula comenzaba a hablar<br />
y sólo se detenía al invitarme a entrar en el antro...<br />
La superficie que utilizaba para escribir aparecía despejada,<br />
limpia: él estaba allí de paso y no había razón alguna<br />
para demorar el trabajo que tenía entre manos. Una<br />
vitrina pequeña le permitía exponer algunos libros, obsequio<br />
de sus amigos, interesados como él por la filosofía<br />
antigua. Pero los volúmenes servían también de apoyo a<br />
una serie de postales llegadas de diversos lugares y algunas<br />
fotografías recortadas de revistas o periódicos: todas<br />
mostraban monumentos del imperio. Piedras arrojadas<br />
sobre terrenos calcinados por el sol, templos de ruinas<br />
blancas que absorbían la luz enceguecedora del Mediterráneo<br />
y coliseos devastados por el tiempo, como abandonados<br />
a los fuegos de la guerra.<br />
En esa pequeña habitación, el profesor me mostró<br />
una fotografía hallada por su hija que luego terminó ilustrando<br />
la tapa de Vivre et philosopher sous les Césars, el libro<br />
que por entonces estaba escribiendo: en ella el foro<br />
romano había sido captado en medio de una fresca bruma<br />
matinal, y al fondo se recortaban algunos monumentos<br />
envueltos en una luz que hacía pensar en el fulgor de<br />
los días posteriores al apocalipsis. Me habló de Roma, de<br />
su primer viaje a esa ciudad y de las numerosas visitas que<br />
siguieron, me recomendó el libro de Matzneff sobre el<br />
suicidio entre los romanos y me invitó a leer las páginas<br />
que éste dedica a Montherlant y a la dispersión de las cenizas<br />
del autor del Treiziéme César en los lugares simbóhcos<br />
de la Ciudad Eterna. Entonces también intercambiamos<br />
fragmentos de la vida privada: su deportación, su<br />
amistad con el padre Tbuillard, plotiniano intempestivo;<br />
su pasión por el órgano y los collages de estilo surreaüsta;<br />
su gusto por el bordeaux, su decepción ante Esparta,<br />
ocupada por refinerías griegas; la historia de su Mont-<br />
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