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Cinismos Retrato De Los Filosofos Llamados Perros.pdf

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Michel Onfray<br />

jefe de Estado es siempre un hombre deplorable; todo es<br />

sencillamente una cuestión de medida y el acomodo es<br />

una regla del género. El cínico es impertinente con Alejandro:<br />

en esta relación hay un estilo que puede cristalizarse<br />

en principio. Verdades elementales: un hombre de<br />

poder es la expresión misma de la corrupción, de la venalidad<br />

y de la oportunidad. Las ideas son las primeras<br />

víctimas de sus caprichos. Todo se sacrifica en aras del<br />

pragmatismo, suerte de altar donde el realismo y la eficacia<br />

hacen las veces de incienso y turiferario. Paradójicamente,<br />

el término que mejor califica a estos señores es<br />

"cínico", entendido en su acepción corrompida y vulgar.<br />

Para esta ralea, la razón de Estado transfigura el crimen,<br />

la traición, el prevaricato y la estafa en gestos heroicos,<br />

si no ya patrióticos, destinados al bien de la nación.<br />

El intelectual -y el filósofo, por cuanto es una de las<br />

figuras de la inteligencia- debe ser la mala conciencia de<br />

los amigos de los Elíseos políticos.<br />

Ante cualquier poder que exija sumisión y sacrificio, la<br />

tarea del filósofo es la irreverencia, la confrontación, la<br />

impertinencia, la indisciplina y la insumisión. Rebelde y<br />

desobediente, por convencido que esté del carácter desesperado<br />

de su empresa se fija el deber de encarnar la resistencia<br />

ante el Leviatán y quienes llevan agua para ese molino.<br />

Se trata de ser impío y ateo en materia política.<br />

Diógenes practicaba, dichoso, estas virtudes. No reconocía<br />

como tal la jerarquía que pretendía oponérsele.<br />

Un amo, un emperador, un jefe o quienquiera que procurara<br />

ejercer su poder sobre cualquier materia diferente<br />

de sí mismo le resultaba antipático y lo decía, sin odio<br />

pero también sin complacencia. El menor detentor de<br />

poder que se presentaba como tal o que indicaba su condición<br />

en ese sentido, atraía inmediatamente las pullas de<br />

Diógenes. Por ejemplo, un eunuco vicioso y desagradado

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