Cinismos Retrato De Los Filosofos Llamados Perros.pdf
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Michel Onfray<br />
bien se negó a rendirse al hábito instaurado por Alejandro<br />
de que se lo saludara prosternándose a sus pies, después<br />
de lo cual la persona recibía un beso del general.<br />
Una conjura contra Alejandro le dio a éste el pretexto<br />
para vengarse: algunos jóvenes que vigilaban la tienda<br />
del rey fueron hostigados y eliminados, y a Calístenes se<br />
lo acusó de ser el instigador de la rebelión. Fue encadenado,<br />
encerrado en una jaula de hierro y arrastrado durante<br />
siete meses siguiendo al ejército, hasta que murió.<br />
Ese era el gran hombre.<br />
¿Cómo comprender entonces que el emperador haya<br />
podido decir: "Si no hubiera sido Alejandro, habría querido<br />
ser Diógenes""' ¿O que haya podido sentir placer<br />
en sus varios encuentros con el hombre de la lámpara<br />
La anécdota es célebre y se cuenta entre las dos o tres<br />
que forjaron la reputación de Diógenes: se encontraba<br />
éste echado gozando del sol de Corinto, junto al Craneion,<br />
cuando Alejandro se le acercó y le dijo, con aire<br />
de gran señor: "Pídeme lo que desees...". A lo que el cínico<br />
respondió: "Que te apartes un poco, porque me tapas<br />
el sol".'"* Y continuó reposando.<br />
<strong>Los</strong> allí presentes se asombraron de semejante insolencia<br />
y sus colaboradores en ciernes le alabaron el privilegio<br />
de compartir lo cotidiano con un hombre como<br />
Alejandro, de un pasado tan glorioso y un aura tan magnífica.<br />
Entonces Diógenes replicó: "En realidad me parece<br />
desdichado quien tenga que almorzar o cenar a la<br />
hora que quiera Alejandro".-'' Como sea, siempre habrá<br />
intelectuales cortesanos que preferirán la pitanza que se<br />
23.D. L.,\^-32.<br />
24. D. L., VI. 38. Véase también: de Cicerón, T/iscidnncs, V. 32.<br />
92, V de Plutarco, Vidii de Alejandro, 14.<br />
25. D.L.,VI. 45.<br />
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